martes, 27 de abril de 2021

OSCAR ALFARO: La literatura latinoamericana y su tiempo

Introducción

Agradezco a la Academia Boliviana de LIJ, por brindarme la oportunidad y el honor de compartir con ustedes en este Seminario virtual conmemorando el centenario del nacimiento de uno de los principales escritores de Latinoamérica, gestor y promotor de la literatura infantil en Bolivia.

Oscar Alfaro, como Carlota Carvallo en Perú, son las figuras más descollantes de la naciente categoría literaria denominada literatura infantil, en un principio vinculada en Perú y en Bolivia a la pedagogía, como un género menor, que los críticos literarios relegaban en las páginas de los diarios.

No se entendía entonces que la literatura es única y las clasificaciones usuales de literatura europea, americana, de la conquista, femenina, infantil o juvenil, son cuestiones que tienen que ver con el lector. 

Los fines de la literatura son pues los mismos en todos los casos: el deleite espiritual y el goce estético, fiesta de los sentidos, juego excelso, vuelo de la fantasía y exaltación de sentimientos.

La literatura infantil en el presente, dado su vasto público lector, ha venido a convertirse en una categoría tan importante como cualquier otra que comprende la creación literaria de un país, de un continente, de una etapa histórica o social. Nadie puede negar ahora que la literatura infantil es un sentimiento, una expresión que fermenta y se multiplica en los confines del mundo.

Oscar Alfaro nació en 1921, inicio de la década en la que surge el Derecho de Menores con la Declaración de Ginebra de 1923, la Psicología Infantil con Jean Piaget y se profundizan los estudios sobre pedagogía, con los trabajos de Ausubel y Vigotski, por lo que suelo decir que el niño es un invento del siglo XX.

En esta década maravillosa en el Perú, la escritora Alida Elguera publica el primer libro de cuentos expresamente escrito para niños Juguetes (1929), iniciativa que desinhibe a otros escritores como Angélica Palma que publica Contando cuentos (1930), Luis Valle Goicochea Las canciones de Rinono y Papagil (1932), Abraham Arias Larreta Rayuelo (1938) y otros pioneros de la LI, como en Bolivia:  Antonio Díaz Villamil, Beatriz Schulze Arana, Elda de Cárdenas, Yolanda Bedregal, Hugo Molina Viaña y Alberto Guerra Gutiérrez.

A varios de estos insignes escritores bolivianos tuve la suerte de conocer, cuyas obras afectuosamente dedicadas, son joyas que guardo con orgullo en mi biblioteca, así como los libros del escritor homenajeado Oscar Alfaro, que su esposa Fanny Mendizábal, quien prolongó con devoción y amor la presencia cultural de su esposo, me obsequió algunos de sus bellos libros.

 


El universo fantástico de Carlota Carvallo de Núñez

Carlota Carvallo de Núñez (1909-1980) fue la escritora más prolífica y vigorosa de la literatura infantil peruana. Le correspondió, junto con Francisco Izquierdo Ríos (1910-1981), sentar las bases pedagógico-literarias de la literatura infantil.

Cota, como le llamaban cariñosamente, ocupa lugar cimero en el panorama de la literatura infantil, tanto por la calidad de su obra como por la autenticidad de sus personajes, extraídos del alma popular, del universo andino y costeño, de las raíces mismas del folklore, como por la sencillez de su lenguaje exquisitamente literario.

No conocí personalmente a Carlota Carvallo, pero desde niño, mi espíritu se nutrió con su obra literaria a través del libro Rutsí, el pequeño alucinado (1947), que distribuía gratuitamente el Ministerio de Educación Pública en las escuelas estatales. Con esta obra que narra las aventuras de un geniecillo selvático, Cota Carvallo obtiene el primer puesto en el Segundo Concurso Literario Latinoamericano que el año 1942 organizó la editorial Farrar & Rinehart de Nueva York.

Tiempo después llegaría a mis manos El pájaro niño, publicado por la editorial de Juan Mejía Baca (1958), libro ganador del concurso de literatura infantil convocado por el diario El Comercio, que compila diez cuentos agrupados bajo los títulos: Cuentos del mar, El tiempo en los cuentos, Los animales maravillosos y La música en el cuento.

La Apacible Caleta de su Infancia


Carlota Carvallo Wallstein nació en Lima el 26 de junio de 1909. Fue hija de don Armando Carvallo Argüelles, peruano de ascendencia portuguesa, y de doña Eugenia Wallstein Müller, de nacionalidad húngara. La bautizaron con el nombre de Carlota Clara en honor de sus dos abuelas. Reside en Huacho hasta los diecisiete años de edad. En esta ciudad costera, ubicada doscientos kilómetros al norte de Lima, recibe sus primeras lecciones de música y pintura, que cultivó el resto de su vida. Huacho por entonces, era una apacible aldea que divisaba el mar donde en las playas de Carquín y Végueta, pescadores artesanales tendían redes que platinaban en las noches, repletos de peces de diversa especie:

            La niñita linda

            se quedó dormida,

            una mañanita

muy cerca del mar.}


¡Cállense las olas,

dejen de bramar,

que la niña linda

se puede asustar!

 

¡Que se calle el viento,

deje de soplar,

que la niña linda

dormidita está!

 

Callen las gaviotas,

dejen de graznar,

que la niña linda

se va a despertar!

                        (La niña y el mar)              

En los artículos publicados por la autora en la revista Urpi, en repetidas oportunidades relata su experiencia de vida en el apacible pueblo costero colindante con las pródigas campiñas de Hualmay, así como sus paseos a pie y a caballo y las tradiciones orales que le contaban los pobladores.

Su esposo, don Estuardo Núñez, secretario de la Academia Peruana de la Lengua, dice en el prólogo de la Biobibliografía de Carlota Carvallo 1909-1980: “Sólo hizo algunos (años) de escuela primaria y dos o tres años de media, de modo un tanto informal, pues ella prefirió estudiar atendiendo a la vida, a los hombres en sociedad y leyendo libros de literatura y de historia que encontró en su hogar. Logró así una formación autodidacta” (Carvallo de Núñez, 1990, p. 11)

Durante ese período de su vida, como hija de una familia instruida y hábil en idiomas extranjeros como inglés, alemán y un poco de francés, lee a Andersen, los hermanos Grimm y a Julio Verne, así como mitología griega y literatura moderna. Su formación autodidacta, se nutrió pues de importantes libros que leyó en su adolescencia. 

Dos Caminos Paralelos: la Pintura y la Literatura

A los 17 años de edad, el año 1926, se establece en Lima con su familia y se matricula en la Escuela Nacional de Bellas Artes donde fue alumna de los maestros Daniel Hernández y José Sabogal. Se gradúa como pintora con los mayores honores, el año 1932. Desde entonces ocupó un alto sitial en el ejercicio de la plástica, siendo galardonada en 1952 con el Gran Premio Nacional “Ignacio Merino”.


En cuanto a su otra pasión, la literatura, mientras Carlota orientaba su vocación artística estudiando pintura, utilizando su pericia de dibujante comenzó a introducirse en el mundo periodístico. Establecida en Lima, entre los 18 a 25 años, Carlota ejerce como dibujante en las revistas "Semanal", "El Hombre de la Calle" y "Limeña". En esa época desarrolla con mayor intensidad su actividad literaria. En la década del setenta dirige la revista Urpi (1974-1975), suplemento semanal del diario La Prensa, una de las revistas para niños más importante publicada en el país. Luego dirige la revista literaria de los amigos del arte, Alpha.

Carlota Carvallo, personalidad de actividades múltiples ejerció también la docencia, desempeñándose en los colegios María Alvarado, Sagrados Corazones de Belén, San Jorge y Prescott, entidades educativas donde comparte con estudiantes que valoran su obra literaria y alientan su infatigable labor creativa.

 

El Matrimonio y los Hijos

El 27 de diciembre de 1934, a los 25 años de edad, contrajo matrimonio con el escritor Estuardo Núñez. Fueron testigos del matrimonio el pintor José Sabogal y el educador José Antonio Encinas.

Tuvo siete hijos (cinco varones y dos mujeres), importante motivo de inspiración de su obra literaria: poesía, cuento y teatro, todo con destinatario a la niñez que tanto amó y a la que orientó siempre su potencial creativo. En esa época, el niño todavía era concebido como un adulto pequeño, la psicología infantil hacía pinitos, el derecho de menores era una utopía y la literatura infantil, consecuentemente, estaba más relacionada con la didáctica que con la literatura.


Libros para los hijos y los hijos de sus hijos          

            Carlota Carvallo de Núñez fue un espíritu inquieto, emprendedor y sensible a todas las formas del arte y la literatura; la destinataria predominante de su obra literaria fue siempre la infancia, luego la juventud. Explotó la magia y la fantasía de los mundos andino, selvático y costeño, sin descuidar la interpretación de la realidad peruana que se refleja en sus narraciones, que hacen gala de su profundo conocimiento e identificación con el Perú en toda su extensión, razas y cultura, que se rebela en Rutsí, el pequeño alucinado, El pájaro niño, Oshta y el duende, Cuentos fantásticos, El Amaru y otros cuentos del Perú, entre otros libros.

 





Es importante destacar la publicación de las obras de teatro El niño de cristal. (1955). La tacita de plata (1955). Florisel (1959) y Piezas de teatro escolar (1972).

Carlota Carvallo de Núñez con sus obras de teatro, poemas, cuentos y cantos, desde el año 1947 cuando publica la novela Rutsí, el pequeño alucinado, hasta sus últimos días, fue la principal animadora de publicaciones, instituciones y movimientos culturales que tenían que ver con la literatura infantil.

Fundó en 1974 la revista Urpi, suplemento infantil del diario La Prensa, donde publica cuentos, poemas y artículos sobre lugares turísticos del país. Esta revista es considerada como la mejor publicación para niños de todos los tiempos. Se publicaron 47 números.

Carlota Carvallo fue también subdirectora de la revista Alpha, de la Asociación de Amigos del Arte.

Participa en la Campaña por una buena lectura para el niño, en Buenos Aires (1964); en el IX Congreso Internacional del Libro Juvenil en Madrid, donde asume la presidencia de la Sección Peruana de IBBY, y en el X Congreso Internacional de la IBBY en Lubjana (Yugoslavia) en 1966.

Interviene como jurado del Premio Internacional Hans Christian Andersen, en París, en 1967; en la Bienal de Ilustraciones para Niños (Bratislava 1971) y en el Concurso Juan Volatín, auspiciado por la Municipalidad de San Isidro en 1969.

Conceptualizando la Literatura Infantil

A Carlota Carvallo le toca vivir en una época en la que todavía no estaba claro el concepto de niño, considerado entonces como un adulto en pequeño, pese a que ya se había aprobado la Declaración de los Derechos del Niño el año 1959, casi una década anterior a su discurso. La literatura infantil vinculada a la pedagogía y con marcada orientación moralista, era todavía incipiente. Había pocos autores y las ediciones eran modestas y de escaso tiraje. Los lectores por lo general eran personas relacionadas con la educación y la literatura y a través de ellos llegaban los libros a un reducido público infantil. 


Carlota Carvallo de Núñez escribió literatura infantil cuando ésta era considerada inferior a la literatura “seria”, la que era dirigida para adultos”.  (García Padrino, 2010, p.238).

“Cuando escribió Rutsí en 1942, la situación de la literatura infantil en el Perú era triste. La única librería existente solo mostraba para niños, traducciones de obras clásicas extranjeras, sin temas, ambientes ni personajes apropiados para desarrollar en el niño una mejor comprensión de su realidad y herencia Cultural”.  (Heflin, 1991, pp. 166-167).

En la década del sesenta, el Consejo Nacional de Menores invitó a la escritora Carlota Carvallo de Núñez para desarrollar el tema El papel de la literatura Infantil, texto que se publicó en el volumen 9 de la misma serie. Este ensayo es de suma importancia, toda vez que permite conocer su opinión sobre la literatura infantil, un tema todavía en proceso de maduración por los estudiosos de la época.

A continuación, algunas glosas textuales:

“La literatura infantil desempeña un papel muy importante en la formación cultural y moral de la infancia.  (Carvallo de Núñez, 1967, p. 1)

“Los escritores tratan en la actualidad de penetrar en el mundo de los niños estudiando su lenguaje y su psicología y a menudo recurren a los recuerdos de la propia infancia para crear una auténtica literatura infantil”. (Carvallo de Núñez, 1967, p. 1).

“Durante los primeros años de vida, al niño le gusta jugar con palabras que todavía no entiende, de allí el éxito de las canciones de cuna, rondas y pequeñas poesías con las que se suele entretener a los niños. (Carvallo de Núñez, 1967, p. 6).

“Escribir para los niños es penetrar en su mundo maravilloso…Es ponerse al nivel espiritual del niño para lo cual hay que asumir una actitud de completa inocencia y deslumbramiento ante el universo, como si lo contempláramos por primera vez…” (Carvallo de Núñez, 1967, p. 8).

“¡Quien escribe un cuento para niños debe tener algo de poeta, porque solo al artista y al niño les es dado contemplar las cosas viejas con los ojos nuevos!” (Carvallo de Núñez, 1967, p. 9).

“Las lecturas que se ponen en manos de los niños tienen una gran influencia en su vida futura. Las enseñanzas morales o estéticas que de ellas se desprendan, quedarán hondamente gravadas en su espíritu. Pero debemos procurar al mismo tiempo que no se haga demasiado evidente esa intención moralizadora o didáctica porque los niños saben muy pronto descubrirla” (Carvallo de Núñez, 1967, p. 10)

“El cuento infantil ha de ser ágil y ameno. Debe encausar la imaginación e inclinar la sensibilidad hacia las cosas bellas. Inculcar comprensión y amor hacia la humanidad y los pequeños seres que nos rodean”. (Carvallo de Núñez, 1967, p. 10)

En una entrevista efectuada por el diario El Comercio, Carlota Carvallo expresa su filosofía acerca de la importancia de la literatura infantil autóctona. Dice que los héroes que alimentan la fantasía del niño deben surgir de su propio ambiente y no de literaturas extranjeras. El arquetipo que hay que imitar, el héroe que debemos admirar, todos aquellos personajes que nos son más tarde tan familiares y queridos, deben surgir de nuestra historia.

En el ensayo El papel de la literatura infantil, Carlota Carvallo destaca  también la importancia del folklore, rica fuente de inspiración y propicio material literario que contribuye al fortalecimiento de la identidad cultural de los niños:

“Miremos en torno nuestro y descubriremos belleza en lo que nos rodea. Y así surgirán otros personajes para los niños. E inspirémonos en la realidad, porque el cuento, como toda creación del hombre debe tener sus raíces en la vida misma”.  (Carvallo de Núñez, 1967, p. 13)

“En el folklore se encuentran valiosos elementos para la literatura infantil… De esta etapa primitiva del hombre surgen los mitos y leyendas cargados de símbolos y elementos mágicos que le son propios a todos los pueblos”. (Carvallo de Núñez, 1967, p. 16)

Más adelante recomienda mirar nuestro entorno donde descubriremos belleza en lo que nos rodea. Por qué no hablar de lo nuestro, dice, la historia, la naturaleza, el tucán y el gallinazo, del molle, el algarrobo, la cantuta y el amancay.

            Concluye el ensayo reseñando los libros para niños escritos por autores peruanos, y deja para los estudiosos el reto de hurgar sobre las revistas y periódicos destinados a la infancia, mencionando Figuritas (publicada desde 1810 hasta 1915, Cholito que apareció en 1930, Avanzada que empieza a circular en 1952, bajo la conducción del sacerdote Ricardo Durand Flores.

            Es interesante conocer las respuestas de Cota Carvallo en una encuesta realizada el poeta Jesús Cabel el año 1981:

·         Cuál es su opinión sobre el destinatario de las obras que se publican en la época: “Buena parte de la literatura infantil que se produce en el Perú está lamentablemente dirigida a las clases altas y tradicionales y se continúa utilizando los mismos personajes anacrónicos ya superados como reyes, hadas y princesas”. (Cabel, 1981, p. 14).

           

·         De las obras editadas de Literatura Infantil en el Perú ¿cuáles considera que son fundamentales?: “Considero fundamental la literatura infantil inspirada en nuestro folklore, como son las obras de José María Arguedas, Jiménez Borja, Izquierdo Ríos y Rosa Cerna”. (Cabel, 1981, p. 14).

·         ¿Qué fines debe perseguir la Literatura Infantil en el Perú? “Creo que la Literatura Infantil debe procurar al niño una verdadera conciencia de su identidad nacional y de la naturaleza que lo rodea, deberá de estimular su imaginación, al mismo tiempo que afine también su sensibilidad”. (Cabel, 1981, p. 15).

 Hasta allí llegaron los desvelos de Carlota Carvallo. Los escritores que bregaron por una literatura infantil acorde con las necesidades e intereses sociales y culturales de los niños, un medio que transporte con la magia de la poesía, la narración y el teatro a los niños a mundos de ensueño, que deleite, que produzca satisfacción espiritual a la vez que contribuya al enriquecimiento del lenguaje, al fortalecimiento de su identidad cultural nos dejaron la posta.

Obra poética inédita

La obra literaria publicada de la escritora Carlota Carvallo de Núñez, como puede apreciarse en los registros bibliográficos existentes, comprende principalmente narraciones y obras de teatro escolar.


Sus poesías no se publicaron como libro. Se encuentran de manera dispersa en el suplemento especializado para niños Urpi, del diario La Prensa y en revistas. Varios poemas todavía se mantenían inéditos, hasta la publicación de nuestro reciente libro, por ahora virtual El universo fantástico de Carlota Carvallo (2021).

Se trata de un manojo de poemas de la escritora Cota presentó a un concurso que convoqué el año 1979, cuando yo era Coordinador de Cultura de la Comisión Nacional del Año Internacional del Niño.

El citado material original de poemas “inéditos” mecanografiados en papel copia, comprende treinta y nueve poemas sobre temas diversos.

·         Animales: “Ruidos nocturnos”, “La cuculí”, “El pájaro y la estrella”, “En dónde está”, “Ocho palomitas”, “Si viene la avispa”, “El caballo blanco”, “Michirrita”, “Los burros tienen zapatos”, “La gallinita blanca”, “El gallito de las rocas”, “El guanaco y la vicuña”, “El monito y el perezoso”.

·         Personajes niños: “Cuando sea grande”, “¡Ah los niños”, “¡Niño mío!”, “La niña y el mar”, “Por qué no vienes”, “Una niña vendrá”, “Mientras duerme la nenita”, “Muchachitos”, “¡Ahí viene el viejo!”, “Niñita serrana”, “La niña estrella”, “Manolín” y “Me llamo cándido”.

 

            El lenguaje es sencillo, adecuado al nivel de comprensión de los niños. Los versos son libres, poco apegados a la métrica o a la rima. En determinados poemas se emplea onomatopeyas (“Cantan las gotas” y “Gallinita blanca”).

Al final del folder se encuentran dos cuentos: “Víspera de Reyes” y La tinya”. El 9 de enero de 1983 publicamos en el diario La Prensa, en el suplemento dominical ilustrado para niños La Mariposa de Cristal, el cuento inédito Víspera de Reyes, con bellas ilustraciones del artista Jesús Rojas Rivadeneira.

 


Valoración crítica

La novela Rutsì, el pequeño alucinado y sus cuentos tienen dos características de origen básicos: El folklore peruano y la imaginación creativa de la autora.

Lo primero surge de sus experiencias de infancia y juventud vinculadas al ambiente bucólico de la pequeña ciudad norteña donde vivió. Del personal de servicio, por lo general andino y las festividades, costumbres y mitos del pueblo que se narraban en las reuniones familiares.

Las historias producto de su genio creador a su vez, tratan temas que podríamos denominar de realismo social y de fantasía.

Cuentos y relatos tomados de hechos de la vida cotidiana, de acontecimientos curiosos, que en la pluma de la autora, narrados con sencillez se tornan en bellas obras de arte que muestran el paisaje y la realidad social en la que se desenvuelve la vida de su entorno.                       

Galardones

A mérito de su infatigable labor creadora, Carlota Carvallo de Núñez, además los premios por su obra teatral y pictórica que ya mencionamos, recibió innumerables distinciones, siendo las más importantes:

1943: Primer Premio por Rutsí, el pequeño alucinado, otorgado por la editorial Farrar & Rinehard.

1956: Primer Premio de Cuentos por la obra La soledad de Timoteo, otorgado por el diario La Crónica.

1958: Primer Premio de Cuentos Infantiles por la obra “El pájaro niño”. Diario El Comercio.

1964: Premio Extraordinario “Doncel” por la obra Jo de plata, otorgado en el marco del IX Congreso de IBBY.

Primer Premio por la obra Cuentos peruanos, presentado en la “Campaña por una buena literatura para niños”, realizada en Buenos Aires.

1964: Primer Premio por la obra “La niña del espejo”, en un concurso organizado en Argentina.

1965: Premio Doncel de cuentos infantiles por el libro “Oshta y el duende”. Madrid.

1972: Premio Nacional de Fomento a la Cultura “José María Eguren” en el área de Literatura Infantil por el libro “Cuentos de Navidad”.

1979: Primer Premio por el cuento “La flor del tiempo”, otorgado por Journal do Brasil y la Fundación del Libro Infantil y Juvenil. 

Coda

Alguna vez nos preguntamos: ¿Cuál fue la fuente de inspiración de la escritora Carlota Carvallo de Núñez, quien empleó con destreza todos los géneros literarios que plasmaba con pinceladas artísticas que parecían bordonear una guitarra, la naturaleza, la vida, la flora, la fauna, las riquezas minerales, el folklore, la historia?

Su principal inspiración sin duda fue el amor por los niños y el profundo conocimiento del alma de los peruanos. Solo una persona que ama puede describir sus sentimientos con la sinceridad que aflora con claridad y sencillez. Su fuente de inspiración fue el Perú, su patria, nuestra patria, que debemos aprender a amar tal como nos enseñó a hacerlo esta extraordinaria escritora.

Carlota Carvallo de Núñez falleció el 29 de marzo de 1980, pero su obra literaria la mantiene viva en nuestra memoria y juguetea con los niños, deleitándolos con los personajes fantásticos que ha creado.

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