sábado, 1 de diciembre de 2012

PREMIO LATINOAMERICANO DE NOVELA PARA NIÑOS Y NOVELA PARA JOVENES


Miembros de la Academia Peruana de Literatura Infantil y representante de la Editorial San Marcos en la ceremonia de entrega de premios a los escritores ganadores del Premio Latinoamericano de Novela para Niños y Novela para Jóvenes.

Dra. Sara Montalván, Dra. Carlota Flores de Naveda. Sra. Graciela de Paredes, Gerente de la Editorial San Marcos. Dr. Roberto Rosario Vidal. Dr. Saniel Lozano Alvarado.


Discurso de Bienvenida. Académico Danilo Sànchez Lihón.

Palabras de la Dra, Carlota Flores de Naveda, Miembro de Número de la Academia Peruana de LIieratura Infantil y Juvenil.  La Dra. Carlota Flores y la Dra. Sara Montalván Arteta, han cumplido un rol protagónico en el desarrollo del Concurso.

Lectura de la Valoración crìtica de la novela de Sócrates Zuzunaga,  enviada por el escritor cubano Luis Cabrera, a cargo del escritor Saniel Lozano Alvarado



El Dr. Roberto Rosario Vidal, Presidente de la Academia Peruana de Literatura Infantil y Juvenil, hace entrega de una Placa Recordatoria al escritor Sócrates Zuzunaga, Ganador del Premio Novela para Jóvenes.

En primera fila: Escritora chilena Matilde Rentería Velasco, Mención honrosa en Novela para jóvenes con la obra En Silencio, recomendada para su publicación,, al lado de la escritora Magdalena Espinoza García y los Académicos Milciades Hidalgo Cabrera y Felipe Rivas Mendo. En la segunda fila, el escritor Félix Huamán Cabrera y numeroso público asistente.


DE CARLOTA CARVALLO A SOCRATES ZUZUNAGA, MEDIO SIGLO NOVELANDO PARA NIÑOS
Por: Roberto Rosario Vidal
Presidente de la Academia Peruana de Literatura Infantil y Juvenil
Uno
Cuando Lima era una ciudad no tan grande y despersonalizada como en nuestros tiempos, las provincias con mayor razón, eran lugares donde casi todos se relacionaban por algún lazo de parentesco, tratándose de tíos y primos, comportamiento que hacía más llevadera la vida, desarrollándose hábitos, costumbres y valores.

Cuando la radio era el único medio de comunicación masivo, tímido y respetuoso, a través del cual no sólo se recibían noticias y música, sino hasta descripciones de encuentros futbolísticos y confrontaciones de box, tan bien narradas que prácticamente, aguzando los sentidos, parecíamos mirar a los jugadores y contrincantes, los padres de familia y principalmente los abuelos eran los principales narradores de historias que la tradición oral renovaba argumentos y enriquecía secuencias que deleitaban a los adultos y atemorizaban a los niños, quienes temblando de miedo se resistían a irse a dormir, por seguir escuchando las historias, al calor de las cocinas de leña y las abrigadoras mantas de las abuelas.

Dos
Estando próximos a celebrar el medio siglo XX, los niños del Perú tuvieron la oportunidad de disfrutar de las aventuras un simpático duende, personaje de la novela Rutsí el pequeño alucinado, de la escritora Carlota Carvallo de Núñez, publicado el 28 de febrero de 1947, por el Ministerio de Educación, que tuvo el acierto de distribuir esta mágica novela en todas las escuelas del país.

La feliz publicación de Rutsí, es un hito en la novelística dedicada a niños y adolescentes de nuestra patria. Hasta entonces los más afortunados podían deleitarse con las revistas procedentes de Argentina y Chile Billiken, Peneka y publicaciones nacionales limitadas que ya habían comenzado a circular desde la publicación del libro de cuentos Juguetes de Alida Elguera Mac Parlin, cuya primera edición data de 1929. Es oportuno resaltar esta iniciativa, que permitió que los jóvenes lectores accedan a historias propias de su entorno socio cultural, a sus experiencias, a los paisajes conocidos, a los personajes familiares, a los valores que les inculcaron sus mayores.

En esta época aparece El retoño de Julián Huanay (1950), obra destacada del indigenismo hispanoamericano que protagoniza un niño serrano llamado Juanito Rumi, quien partiendo de Ayla, al pie de los cerros grises donde nace el Mantaro, se dirige a Lima, la ciudad que atrae a los jóvenes que no encuentran oportunidades de trabajo y desarrollo en sus propios pueblos. Historia de un niño trabajador que a su temprana edad transita como Dante por los infiernos de horrendas y peligrosas minas, donde los niños trabajan en igual condición que los adultos, como todavía en pleno siglo XXI se explota a niños en ladrilleras y en el comercio ambulatorio a altas horas de la noche, ante la indolencia e inoperancia de las autoridades.

Con conocimiento de causa porque Julián Huanay fue minero, relata de manera más cruda y directa que César Vallejo en El Tungsteno (Madrid, 1931), la problemática minera, donde los niños son protagonistas de experiencias que no deben repetirse.

Julián Huanay, junto con Carlota Carvallo y Francisco Izquierdo Ríos, autor de la novela Gregorillo (1957), son pioneros de la novelística dedicada a niños, ejemplo que sigue años después con gran acierto la escritora huaracina Rosa Cerna Guardia con Los días de carbón (1966) obra que el escritor Jesús Cabel categoriza como cuento.

En la década del setenta César Vega Herrera publica La noche de los Sprunkos (1974) con la que obtiene el Premio Nacional de Fomento a la Cultura y Pasakón (1976), novelas fantásticas en las que sus personajes son seres extraordinariamente libres, soñadores y felices.

Una década después el escritor que emerge de las espumas del agitado océano del norte tras el apogeo de la pesca, Oscar Colchado Lucio ingresa a la palestra narrativa con Cholito en los Andes Mágicos (1986), Cholito en la ciudad del Río Hablador (1996), Cholito en la maravillosa Amazonía (1999), novelas para niños de profunda raigambre popular, que se nutren de la tradición oral, de la fabulosa imaginería andina, hasta entonces poco explotada, que este autor desarrolla y difunde con pasión. De esta época data también Las cometas del paraíso de los suicidas de José Hidalgo (1990), ganadora del premio de Novela José Gálvez Barrenechea.

En nuestra patria cada década regala a la literatura nuevas figuras, como si los dioses del Olimpo literario tuvieran minuciosamente planificado despertar con estrellitas de inspiración a los escritores, para que deleiten a los niños y jóvenes con nuevas y variadas obras inspiradas en la diversidad geográfica y cultural de nuestro amado país. La década del noventa corresponde a Félix Huamán Cabrera, poeta y narrador de prestigiosa pluma con galardones en la narrativa social y andina con obras no precisamente dedicadas a los niños. Con esta experiencia, como todo escritor que se respete, Félix Huamán incursiona en la narrativa para niños y jóvenes sin proponerse expresamente, pero poniendo en práctica las más bellas flores de su Edén literario y entrega Agomayo río de arena (1971) obra de la que se desprende y luego de madurar posteriormente el autor publica El toro que se perdió en la lluvia (1995). Vendrán luego sus libros Agua encanta, En las espigas de junio, Haití en los girasoles, La becerra encantada, Gato tinyero, El corcel del Monte Carmelo, Entre las espinas que bonita flor, Los niños de barro y Ladraviento, novelas que son leídas con devoción por los niños de las instituciones educativas principalmente estatales de Lima y gran parte del Centro del país.

En esta corriente se encuentra Resplandor en el Huancamayo (1986) de Magdalena Espinoza García, médico pediatra y escritora de vocación, autora también del libro Niños del Tawantinsuyo (1995), obras en las que Magdalena desarrolla con maestría escenas de la historia prehispánica que narran sobre la forma de vida, del trabajo, luchas, conquistas, inteligencia, arte y valor de los antiguos peruanos.

El tiempo limita referirnos a la obra de los autores contemporáneos que trabajan con ahínco novelas para niños y jóvenes. Sin embargo no podemos dejar de mencionar la obra de Ketty Alvarez Kook Reina de los mazapanes (2000); los libros de Jorge Eslava Calvo: Florentino el guardador de secretos (1990), Descuelga un pirata (1994), La niña de la sombra de colores (1997) y Templado (2004). La simpática novela de Heriberto Tejo Gómez Mi amigo el Glumpo (1998). De Carlos Villanes Cairo Retorno a la libertad (1990), Las ballenas cautivas (1991), Destino la Plaza Roja (1998), entre otras. De Isabel Córdova Rosas, El rescate (2006) y Mozart, el niño genio (2006). De Edgard Bendezú, Fabulinka (2012). Este año nosotros aportamos también a este género la novela El trotamundos en el Callejón de Huaylas, siguiendo la zaga de El trotamundos que nace inicialmente como un libro de cuentos que ha logrado varias reimpresiones en tres ediciones, dos de ellas en Argentina.

Tres
Fiesta de la palabra escrita hecha poesía, prosa que busca el placer estético, género que proclama la libertad y desarrolla la imaginación del autor y del lector rompiendo ataduras, es la novela. En ella pueden tratarse temas trágicos, cómicos, científicos, mágicos, terroríficos, románticos, místicos. Pueden figurar personajes reales imaginarios, fantásticos, presentes, ausentes, imaginados, soñados, admirados, temidos, ignorados, odiados. Animales, plantas, minerales, voces, gemidos, gruñidos, ladridos, maullidos, rugidos. Todo cuando pueda imaginarse, argumentando, creando innovando, amasando la palabra con amor, cultivando el lenguaje como un agricultor enamorado, un pastor de auquénidos en la puna solitaria escuchando el susurro del ichu agitado por el viento, el rugido de los cerros empinados cortando la nieve en delicados copos, trabajando las silabas, las frases artísticamente de modo que reúnan el único requisito de ser expresado con belleza, literariamente. Nada más que eso y si las novelas que crea el orfebre de la palabra tienen como destinatario a los niños, con más razón, deben ser trabajos con mayor rigor.


Cuatro
Queridos amigos, hemos querido celebrar el XII aniversario de la creación de un movimiento literario latinoamericano denominado Academia Peruana de Literatura Infantil y juvenil, que nació el 12 de julio del año 2002 en la ciudad de Ayacucho, en el marco del “I Curso Taller Internacional de Literatura Infantil y Juvenil, Por los niños del mundo, Cuba-Uruguay-Perú” cuyo manifiesto inaugural reza: “Por la Unidad Cultural de Latinoamérica a través de sus culturas y el impulso de la literatura destinada a los niños, niñas y jóvenes, como medio que contribuye a la información y formación de la identidad de los pueblos…”.

En este acto se acuerda crear la Academia Latinoamericana de Literatura Infantil y Juvenil, constituida sobre la base de la creación de Academias Nacionales de Literatura Infantil y Juvenil en cada país adherente. Oportunidad en la que se designa a la escritora Sylvia Puentes de Oyenard, Presidenta de la Comisión Organizadora de la Academia Latinoamericana de Literatura Infantil y Juvenil y se constituye las comisiones organizadoras de las Academias Nacionales de Cuba, Perú y Uruguay en la persona de los escritores Luís Cabrera Delgado, Roberto Rosario Vidal y Sylvia Puentes de Oyenard, respectivamente.

Desde entonces el movimiento ha crecido en el plano humano y territorial, integrando progresivamente a las figuras más prestigiosas de la literatura infantil de Latinoamérica que representan a los países que adhieren su compromiso con la educación, la cultura y el desarrollo integral de la infancia que proclama la Declaración de los Derechos del Niño, promulgado el 20 de noviembre de 1959, aniversario que escogimos para anunciar los resultados de los Premios de Novela para Niños y para Jóvenes, convocados por la Academia Peruana con el auspicio de la Academia Latinoamericana de Literatura Infantil y Juvenil que preside la Dra. Sylvia Puentes de Oyenard, con sede en Uruguay, la Casa de la Literatura Peruana que desde su fundación se ha convertido en la casa de los todos los escritores, cuya Directora la Dra. Karen Calderón nos honra con su presencia, la Editorial San Marcos, constituida por mérito propio en la editorial de los peruanos, representada por la señora Graciela de Paredes, su Gerente de Comercialización.

Siendo esta una fiesta literaria, qué mejor oportunidad que brindar por la literatura, celebrando el triunfo de dos novelas que constituyen hitos históricos a partir de los cuales debe iniciarse una nueva era en la literatura para niños y jóvenes: PALOMITA DE SOL del escritor Ayacuchano Juan Edilberto Sócrates Zuzunaga Huaita y UN REMEDIO PARA BENVOLIO de la escritora argentina residente en Australia Judith Mendoza.

Queremos destacar finalmente que la presente ceremonia de premiación sienta precedentes respecto al liderazgo que deben asumir los escritores, respecto a la publicación de sus obras. No más concursos para premiar a los autores de las casas editoriales. Tomando la iniciativa de la Academia Boliviana de Literatura Infantil y Juvenil que acaba de publicar el magnífico libro Los recomendados, nuestra Academia constituirá una comisión que se abocará a la revisión de la bibliografía adecuada para los niños y jóvenes, a fin de constituirse en valiosa guía para padres y maestros.

Feliz Aniversario de la Academia Peruana de Literatura Infantil y Juvenil. Felicitaciones escritores ganadores. Gracias por el apoyo en la calificación de los trabajos presentados, distinguidos miembros de la Academia Latinoamericana, Cubana y Peruana.

Gracias al selecto público asistente.

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