domingo, 5 de junio de 2011

MARIO FLORIAN, EL LÍRIDA DE LOS NIÑOS








Por: Roberto Rosario Vidal


Mario Florián (Nanshá, Contumazá, Cajamarca, 1917- Lima,1999), no sólo fue el gran poeta representante del neo indigenismo peruano, como lo señala José Jiménez Borja. Fue un poeta fundamental de la poesía nacional, el más preclaro intérprete del sentimiento andino y una de las voces más prístinas y vigorosas de su generación.

Lo conocí caminante por las tierras del Perú, con su estructura formidable y hablar cadencioso, sencillo, como vientecillo de abril. Mario Florián había varado en la costa como los maderos que arrastran los ríos. Magullado, dolido, pero con el alma soberbia y querendona como las espigas danzarinas y las pajas timbaleras de las montañas, allá arriba, donde se le quedó el recuerdo.

Siempre fue un niño y jamás dejó de ser pastor. Hermano de las vizcachas lunadas, toritos de fiesta y caballos, alígero rayo. Siestas en el trigal, en medio del surco del maizal, comiendo habas tiernas, zarzamoras y miel de caña. Amigo del picaflor, las huáchuas y parihuanas, quien sino él, podría ser el cantor prístino del ande bravío. Quien sino él, candoroso y a la vez rebelde como el crepúsculo, rojo bermellón, allá abajo en los linderos oceánicos.

Era la década del setenta cuando un terrible sismo nos arrojó a la costa. Como él, desarraigados, guarecíamos nuestros sentimientos y recuerdos en la poesía.

Acabábamos de presentar un libro (Inventario de Iras) con las palabras amables de Francisco Izquierdo Ríos, maestro como Florián, con quien intercambiamos lo único que tenemos los poetas. El me obsequió Ayar Kachi, yo le obsequié Inventario de Iras. Tiempos tumultuosos aquellos, como los actuales. En nuestro país no faltan razones para la cólera.

Presidía la Asociación Nacional de Escritores y Artistas (ANEA) Rosita Hernando, luego Alberto Tauro del Pino, quienes nos cedieron la sala para los jueves literarios. Durante un año tuvimos la ANEA colmada de poetas de diversas generaciones y Mario Florián, maestro de escuela como yo, niño grande de inconmensurable corazón, jueves tras jueves, estimulando nuestra naciente vocación, nos acompañaba en los recitales.

Mario Florián ya era entonces un poeta mayor. Laureado desde muy joven con el Primer Premio de Poesía de los Juegos Florales de la Universidad Mayor de San Marcos (1940). Premio Nacional de poesía (1944). Premio Nacional de Narración (1957). Juegos Florales Magisteriales (1977). Más tarde obtendría el Premio Nacional de Cultura (1975-76) en el área de Literatura. Con tantos galardones, jamás se envanecía. Por entonces, cuando se hablaba de literatura infantil, Francisco Izquierdo Ríos y Carlota Carvallo de Núñez, eran las figuras cimeras. Rosa Cerna Guardia, Omar Zilbert Salas, pese a los premios obtenidos, figuraban con timidez.

Mario Florián había sido catalogado como poeta indigenista por José María Arguedas, y neo indigenista, por José Jiménez Borja.

Luís E. Valcárcel lo señaló como “la voz más pura de su generación”. Y Sebastián Salazar Bondy: “El único representante de la poesía pastoril, serrana y mestiza...”

Definitivamente cualquiera de los atributos de su poesía, de su obra literaria, estaba por encima del naciente concepto de literatura infantil.

Sin embargo Mario Florián ya había incursionado en estos territorios (mezquinamente vedados por la miope crítica literaria). Mucho antes, José Martí dijo que quien se precie realmente de escritor, debe escribir algo que los niños aprecien.

En 1955 publicó: Canciones para niños donde aparece la inolvidable Canción de la O:

Ayer mi maestro,
ayer, me enseñó
a trazar la O.

Y anoche, temprano,
cual pájaro ufano
al cielo voló.

Es para admirarse
tan pícara O,
desde mi cuaderno,
al cielo fugó...

- La luna está llena
- ¡No es luna¡ ¡ Es mi O¡

Y el poema Yo soy un pastorcito, que Mario Florián incluiría como uno de sus preferidos en una antología personal, todavía inédita, que presentaremos más adelante:

En este campo verde,
Donde retoza el sol,
Pastoreo mis lindas
Ovejas de color...

Pero sus poemas para niños estaban presentes desde mucho antes. Entiéndase la literatura infantil, no necesariamente como obras expresamente escritas para el deleite de los niños. Recordar a Juan Ramón Jiménez el padre literario de Platero y Yo, quien en el prólogo de este libro declara que no escribió el Platero pensando expresamente en los niños, pero que éstos lo hicieron suyo. Ocurre que la poesía infantil se diferencia de la poesía para adultos, más que en matices referidos al contenido a intereses de acuerdo a la edad.

Uno de los primeros libros de Mario Florián denominado Tono de Fauna (1940), es un compendio de poemas con ternura natural, andina, que borbotea como los manantiales, músicas tenues y transparentes como el alma de los niños: Venadito de los montes, Lluvia y sol, La culebra y la Huarma, Paloma India, Trigal de Oro, La Niña y el Tuku, La Pasña y el Arco Iris, Amigo ausente, Finita Llama, Vizcacha Lunada...
No es casual que Mario Florián ejerciera por entonces la docencia en las más humildes y lejanas escuelas del Perú. Lo que no quiere decir necesariamente que los maestros deban ser poetas, aunque sería lo ideal (O desarrollar otra forma sensible del arte).
Venadito de los montes
Venadito de los montes,
seamos amigos porque
el puma ronda que ronda,
venadito de los montes.

Te daré agüita en el mate
de mis manos, y hierbita
arrancada por mis manos,
venadito de los montes.

Tu me lamerás la cara.
yo te sobajaré el lomo.
saldremos todas las tardes,
venadito de los montes.

Cuando me muera o te mueras
- ¡ tendremos vida de lloke¡
estaré solo o tú solo,
venadito de los montes.



La culebra y la warma
Poema que explica, detalla, denota, técnica propia de la narración, que expresa el argumento en verso (Función denotativa).

Ña culebrita, guardiana
del más dorado shimbil,
no me esperes enojada...,
decía la warma feliz.

Y la culebra escondida,
como un ovillo- escuchaba.

La redondez de los frutos
abría, dulces sus labios,
mostrando una risa blanca
vestida de puntos bayos.

Llegó la warma a los frutos.
la serpiente la mordió
llamaron tordos de gritos
ni el paisaje respondió...

Al pie del haz de shimbiles,
dormida quedó la warma,

Y, a su lado, la serpiente,
pesarosa, sollozaba...

Calló la tumba. Y el tiempo
¡ La serpiente sollozaba!


En el libro Noval (1949) encontramos dos bellos poemas Balada” y Visión Toril.

Muy buenamoza está hoy la paccha
Escarmentando su albo cantar.
Pero Meshita con su batea
-¡Tristeza! No hay
(Balada)

Estoy buscando mi toro
Para ponerme a sembrar,
Pero como es toro moro
Aún no lo puedo encontrar.
(Visión Toril)


En URPI, publicado en 1994 encontramos el poema Pastorala.

Pastorala.
Más hermosa que la luz de la nieve,
más que el agua enamorada,
más que la luz danzando en los arco iris...
Pastorala.
Pastorala.

¿ Qué labio de cuculí es más dulce,
qué lagrima de quena más mielada
que tu canto que cae como lluvia
pequeña, pequeñita, sobre flores?
Pastorala
Pastorala.
...

Urpi también contiene: Ya está naciendo el maíz:

Ya está naciendo el maíz,
ya pulsa su tamboril:
Chakiral de transparencia
con su bufanda de abril.

En el poemario Juglar andinista (1951), el poema 4 es música para el oído, repicar de campanas antiguas:

Mayos pastorean mayos,
nidos pastorean nidos,
el yaraví de mi pecho
sólo pastorea olvidos.
(Mayos pastorean mayos)

Y el año 1961 en el libro Canto Augural, el tema de la pastorcita se repite una vez más en Canción de la niebla:

Niebla pastorcita,
Oigo tu canción.
¡Mi nombre en tus labios
y en tu corazón!

PRIMERA ANTOLOGIA DE POESIA PARA NIÑOS
El año 1961 constituye un hito en la literatura infantil la publicación del libro Poesía para niños editado por el Ministerio de Educación. Esta obra, que es una compilación de poemas de diversos autores peruanos, es considerada como la primera Antología de Literatura Infantil Peruana.

Mario Florián inicia el libro con su poema “Canción de la O”, que data de 1955 y presenta poemas de José María Eguren, César Vallejo, Francisco Sandoval, Alberto Ureta, Ricardo Peña, Carlos Oquendo de Amat, Xavier Abril, Catalina Recavarren, Luís Fabio Xamar, Luís Valle Goicochea, Ciro Alegría, Julio Garrido Malaver, Abraham Arias Larreta, Jorge Ortíz Dueñas, Francisco Izquierdo Ríos, Omar Zilbert Salas, Javier Sologuren, Demetrio Quiróz Malca, Eleodoro Vargas Vicuña...
ENTREGA DE ORIGINALES
Pasan los años y nos seguimos viendo en la ANEA, el Instituto Nacional de Cultura y, por la cercanía de su casa en Pueblo Libre con mi antiguo trabajo en una institución que velaba por la infancia, de tarde en tarde, nos daba la noche leyendo sus poemas o los míos.

Por entonces ya habíamos tomado la posta dejada por Francisco Izquierdo Ríos y Carlota Carvallo de Nuñez. Teníamos en nuestro haber la publicación de Shica Shica de Limón, El trotamundos, El topo Tito, Literatura Infantil en la Educación Inicial, publicada por UNICEF y la Antología nacional de Literatura Infantil.

Una tarde de aquellas, iluminada por un resplandor grisáceo que torna melancólica a Lima, como las tardes andinas de invierno, Mario me entrega un manojo de poemas mecanografiados al dorso de antiguos memorandos, de la Casa de la Cultura de Lima.

Por el membrete de una de las hojas “Año de los Vencedores del 2 de mayo”, deduzco que se trata de borradores preparados a partir del año 1966.

En la carátula, dibujada con un bolígrafo de tinta azul, se lee:“Mario Florián selección de textos para niños”.

El folleto tiene dos partes: Verso y prosa. La sección “Versos”, a su vez tiene dos partes:

a.- De: Poemas para niños Lima, 1956 (Libro que se publicó en 1955) y que reúne seis poemas (La Vizcacha. Yo soy un pastorcito. El maíz. Juegos florales en la corte de Mayo. Llévame, caballo y Mi toro).

b.- De: Niño del nuevo Mundo (Poema pedagógico). Lima, 1956. El denominado Poema Pedagógico lleva a su vez el título de Jardín de los Infantes. Este poema no figura en las bibliografías a las que he tenido acceso, por lo que el poema Jardín de los infantes que contiene el capítulo, puede considerarse inédito.

La sección Prosa, incluye únicamente el cuento El escolar Gregorio Tinco presentado en ocho breves cuadros. Va precedido de una página que reza:

De “poemas para niños” Lima, 1956.

Dada la trascendencia de la obra literaria del lírida de los niños Mario Florián, los originales que presento, constituyen valiosa joya bibliográfica.

El primer poema que selecciona el vate, con mucho acierto, es: La Vizcacha. Este poema fue publicado originalmente en el libro Tono de Fauna en 1940, con el título Vizcacha lunada. Además de diferir en el título, tiene la peculiaridad de iniciar cada verso con letras mayúsculas, a diferencia del poema publicado en 1940.

Asimismo el poema se presenta dividido en dos partes numeradas 1 y 2, mientras que en el libro Tono de fauna se divide con doble espacio y un signo tipográfico “ o” .

Vizcacha lunada,
Hija de la peña,
Vives masticando
El maicillo verde
De tu soledad
( Vizcacha alunada)

- Galopa, caballo;
Galopa, galopa...
Por el fértil llano,
Por la árida loma...

Alígero rayo
Que al ande sincopa,
Vuélvete, caballo:
¡Llévame a la Costa!
( Llévame, caballo)


Mi toro no brama.
Mi toro es callado.
De bélica estampa,
Mi toro de barro.
( Mi toro)

Mario Florián era un poeta de natural sensibilidad. Sus versos a veces épicos como caballos desbocados o como rebelión de ríos, eran por lo general tiernos, como pastos germinales u ovejas paciendo en las punas infinitas.

Mario es un pastor que jamás se apartó del paisaje que marcó su infancia con fuego y nieve.

Hasta sus últimos años, cuando las voces y sonidos no penetraban a sus oídos, cantaba en sus células más profundas, el tintinear de las gotas de rocío, el ulular del viento en los ichus y en las espigas frondosas de trigo. Y era otra vez niño, reclamando, como en el poema Amigo ausente:

Conejito medroso,
del florido alfalfar,
¡Cómo te busca mi ansia,
ahora que no estas!
...

Dejaste abandonado
mi florido alfalfar,
y aún te busca mi ansia
sabiendo que no estas...!

Ulcumayo-Junín (Río Macho), abril del 2011.

OBRAS DE MARIO FLORIAN
Poemarios
• Alma (1938)
• Brevedad de lágrima (1939)
• Florecimiento animado (1940)
• Voz para tu nieve (1940)
• Tono de fauna (1941 y 1961)
• Agonía (1942)
• Noval (1943)
• Urpi (1945 y 1949). Premio Nacional de Poesía 1944.
• Tierras de sol (1945)
• El juglar andinista (1951)
• Poemas infantiles (1955)
• Poesía infantil (1956)
• Niño del Nuevo Mundo (1956)
• Canto augural (1956)
• Abel fabulador (1957)
• Escritura para ausentes (1960)
• Machu Picchu en voces triunfales (1961)
• Canto al maestro peruano (1962)
• Pedro Palana: la multitud eterna del Perú (1965)
• La masa (1965)
• Naturaleza viva (1965)
• Inqa runa (1966)
• Ullantaytampu haylli (1967) y Cantar de Ollantaytambo (1966)
• Discurso de las flores (1968)
• Ayar Kachi ha vuelto con su waraka de nervios (1972)
• Anuario (1976)
• Poeta del pueblo (1979)
• Los parias (1979)
• Habla de Pedro Palana, campesino sin tierra del Perú (1980)
• Himno patriótico a Thúpaq Amaru, nuestro paladín (1983)
• La sangre del pueblo marginal (1984).
Poemas:
• Oda moral a Machu Picchu, último santuario de la cultura andina (1985)
• Sonetos y sonetillos (1992)
• Canto épico heroico al hombre horticultor de la cueva del Guitarrero (1993)
• Representaciones sensibles (1993)
• Elegía a Isicha Waman (1993)
• Suma poética de la sangre y de la muerte (1995)
• Ritual de sangre (1996)
• Invocación a los vivos y a los muertos (1997)
• Celebración del dios Wiraqocha (1998).
Compilaciones:
• Pequeña antología (1945)
• Poesía 1940-1950 (1954)
• Antología poética (1957)
• Obra poética escogida 1940-1976 (1977)
• Poemas (1979).
Narrativa
• Los mitimaes (1970), novela. Premio Nacional de Novela 1957.
• El tío Lino y sus relatos modílicos orales (1987).
• La narrativa oral popular de Cajamarca (1988)
Ensayo
• Literatura Qheswa (1972)
• Contumazá (3 fascículos, 1976-1977), que presenta la sociedad y la literatura de su provincia y el cancionero contumacino.
• La épica inkaika (1980).
• Panorama de la poesía quechua incaica (1990)
• La literatura en lengua hablada de Cajamarca (1994)
Dramaturgia
• El designio imperial del Sol (1996), drama en cuatro actos.



ROBERTO ROSARIO VIDAL
Presidente de la Academia Peruana de Literatura Infantil y Juvenil. Fundó la Asociación Peruana de Literatura Infantil y Juvenil (APLIJ) y organizó el Primer Encuentro Nacional de Literatura Infantil realizado en Lima el año 1982. Es autor de los libros de cuentos para niños El trotamundos, Shica shica de limón, El Tesoro de Kitakaiteri, Lampara de Minero, Cuentos de Navidad, Antología Nacional de Literatura Infantil, y la antología La Barquita de Papel . Ha publicado los ensayos pedagógicos La poesía infantil y Literatura Infantil en la Educación Inicial y Básica (Ensayo con el que gana el Premio Nacional de Literatura Infantil). También el poemario para niños La casa de Cleofé. Es autor de la novela sobre temas mineros Volcán de viento y del libro de cuentos Los sudacas. Comparte su labor literaria con el ejercicio del derecho relacionado con la protección del menor. Fue Director General de Defensa del Menor, y Director General de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Justicia. Miembro de la Comisión Nacional del Año Internacional del Niño. Representante del Perú ante el Instituto Interamericano del Niño (OEA-Uruguay), y ha participado en las Asambleas Mundiales de Niños realizadas en Bulgaria los años 1982, 1985 y 1988.
Es licenciado en Derecho y Ciencias Políticas (USMP), Especialista en Administración Educativa (UL). Cursa estudios de Maestría (UNE).

VIGENCIA DE CARLOTA CARVALLO EN LA LITERATURA PERUANA







Por:Roberto Rosario Vidal

Carlota Carvallo de Núñez (1909-1980) fue la escritora más prolífica y vigorosa de la literatura infantil peruana. Le correspondió junto con Francisco Izquierdo Ríos (1910-1981) sentar las bases pedagógico - literarias de la literatura infantil. Esto no significa que fueran (Francisco Izquierdo y Carlota Carvallo) los primeros escritores de libros para niños. En el artículo denominado “Proceso de la literatura infantil”, difundido el año 2002, proponíamos cinco etapas de la Literatura Infantil en el Perú: Pioneros (1929-1939), Consolidación (1940-1950), Continuadores (1950-1960), afianzamiento (1960-1970) y Generalización (1980...)

En este proceso se considera Pioneros a la escritora limeña Alida Elguera Mc Parlin, autora del libro de cuentos “Juguetes” (1929); al poeta Luis Valle Goicochea, que publica en 1933 “Las canciones de Rinono y papagil” y al poeta y educador Abraham Arias Larreta, autor de “Rayuelo” (1939).

En la etapa inmediata que denominamos período de Consolidación (1940-1950), los escritores inician contactos con otros colegas y se integran en asociaciones existentes. Escriben ensayos y artículos que cimientan la literatura infantil. Aquí encontramos en primera línea a la escritora limeña Carlota Carvallo de Nuñez y al pedagogo y narrador sanmartinense Francisco Izquierdo Ríos; a la poeta limeña Catalina Recavarren de Zizold y al educador y poeta chancayano Jorge Ortíz Dueñas.

Dentro de este proceso, que abarca las dos terceras partes del siglo XX. Carlota Carvallo de Núñez ocupa lugar cimero en el panorama de la literatura infantil, tanto por la calidad de su obra como por la autenticidad de sus personajes, extraídos del alma popular, del universo andino y costeño, de las raíces mismas del folklore y por la sencillez de su lenguaje exquisitamente literario.

Debo confesar que no conocí personalmente a Carlota Carvallo, pero mi espíritu se nutrió con su obra literaria a muy temprana edad a través del libro Rutsí, el pequeño alucinado (1957), que distribuía gratuitamente el Ministerio de Educación Pública en las escuelas estatales. La joven artista Cota Carvallo (como se la conocía familiarmente en los cenáculos capitalinos) quien ya había recibido elogiosos juicios críticos por sus pinturas, con Rutsí, el pequeño alucinado inaugura con éxito su faceta de escritora, ganando el primer puesto del Segundo Concurso Literario Latinoamericano que el año 1942 organizó la editorial Farrar & Rinehart de Nueva York. Las aventuras de este geniecillo selvático, quedaron grabadas en mis recuerdos infantiles con tanta alegría y añoranza como el libro de lectura Pancho, que también distribuía el Ministerio de Educación.


Tiempo después llegaría a mis manos El pájaro niño, publicado por la editorial de don Juan Mejía Baca (1958), libro ganador del concurso de literatura infantil convocado por el diario El comercio, que compila diez cuentos agrupados bajo los títulos: Cuentos del mar, El tiempo en los cuentos, Los animales maravillosos y La música en el cuento.

Cuando el año 1968 el poeta ancashino Abdón Dextre publica una Antología de Poesía Ancashina Joven, en la que incluye poemas míos, en calidad de invitado -por no haber nacido en el departamento de Ancash-, Cota Carvallo que por entonces era Subdirectora de la revista ALPHA, tuvo la gentileza de valorar mis primeros trabajos literarios. Posteriormente iría conociendo sus nuevas publicaciones, sus trabajos pictóricos, sus artículos e inclusive, importante material literario inédito que atesoré durante mucho tiempo y que considero que ha llegado el momento de dar a conocer en esta oportunidad.

La autora y su tiempo
Carlota Carvallo Wallstein nació en Lima el 26 de junio de 1909. Fue hija de don Armando Carvallo Argüelles, peruano de ascendencia portuguesa y doña Eugenia Wallstein Muller, de nacionalidad húngara. Reside en Huacho, hasta los diecisiete años de edad. En esta ciudad costera ubicada doscientos kilómetros al norte de Lima, recibe sus primeras lecciones de música y algo de pintura, que cultivó el resto de su vida. Huacho, por entonces era una apacible aldea que divisaba el mar por el Oeste y a las campiñas de Hualmay, Santamaría, Huaura y un poco más adentro El Ingenio y Sayán, por el Este. En las playas de Carquín y Végueta, pescadores artesanales tendían redes que platinaban en las noches, repletos de peces de diversa especie:

La niñita linda
se quedó dormida,
una mañanita
muy cerca del mar.

¡Cállense las olas,
dejen de bramar,
que la niña linda
se puede asustar!

¡Que se calle el viento,
deje de soplar,
que la niña linda,
dormidita está!

Callen las gaviotas,
dejen de graznar,
que la niña linda
se va a despertar!

¡Que bramen las olas,
viento, echa a soplar,
graznen las gaviotas,
la niña se va!

(La niña y el mar)

En el valle de Huacho se cultivaba algodón, caña de azúcar, vid y productos de pan llevar. De las serranías de Cajatambo (Oyón, Gorgor, Huancapón, Churín, Mallay y Naván) bajaban tubérculos y granos con los que se completaba la dieta familiar. Huacho era entonces un puerto terrestre donde confluían usos y costumbres de la costa y la sierra y, sin duda, en las apacibles noches de luna, se entablaban prolongadas tertulias familiares en torno al fogón de la cocina. Maravilloso ambiente en el que las tradiciones orales, mitos y leyendas, así como la historia de los ancestros, era revisada desde el inicio de los tiempos. En los artículos publicados por la autora en la revista Urpi, en repetidas oportunidades relata su experiencia de vida en el apacible pueblo costero, colindante con las pródigas campiñas de Hualmay, paseos a pie y en caballo, recuerdos de personajes, relatos, tradición oral, recuerdos.

Su esposo, don Estuardo Núñez, secretario perpetuo de la Academia Peruana de la Lengua, dice: “Carlota Carvallo pasó su infancia y parte de su adolescencia en Huacho, en contacto con la campiña, las plantas, las flores y los animales, hombres mujeres del campo, oyendo sus cantos y cuentos, observando sus costumbres y lo más típico de su vida. Sólo hizo algunos (años) de escuela primaria y dos o tres años de media, de modo y un tanto informal, pues ella prefirió estudiar atendiendo a la vida, a los hombres en sociedad y leyendo libros de literatura y de historia que encontró en su hogar. Logró así una formación autodidacta”.

A los 17 años de edad, el año 1926 se establece en Lima con su familia. Se matricula en la Escuela Nacional de Bellas Artes, donde se gradúa como pintora con los mayores honores el año 1932. Fue alumna de los maestros Daniel Hernández y José Sabogal. Como pintora ocupó un alto sitial en el ejercicio de la plástica, siendo galardonada el año 1952 con el Gran Premio Nacional “Ignacio Merino”. El distinguido muralista y Director de la Escuela de Bellas Artes de Lima Juan Manuel Ugarte Elespuru, describe de esta manera a Carlota Carvallo: “Fue Cota, un espíritu singular. Su extraordinaria personalidad hacía gala de una fantasía tan rica de contenido artístico y plena de humanidad, tan sugerente en su cuasi febril capacidad imaginativa, que bordeaba en lo premonitorio…”

El 27 de diciembre de 1934, a los 25 años de edad, contrajo matrimonio con el escritor Estuardo Núñez. Fueron testigos del matrimonio el pintor José Sabogal y el educador José Antonio Encinas. Tiene siete hijos (cinco varones y dos mujeres) nuevo motivo de inspiración de su obra literaria: poesía, cuento y teatro, todo con destinatario a la niñez que tanto amó y a quienes orientó todo su potencial creativo. En esta época el niño todavía era concebido como un adulto pequeño, la psicología infantil hacía pinitos, el derecho de menores era una utopía y la literatura infantil, consecuentemente, estaba relacionada a la didáctica, más que con la literatura. De allí que las obras de Carlota Carvallo, Francisco Izquierdo Ríos, Abraham Arias Larreta, Catalina Recabarren, entre otros, se consideraban obras menores, géneros menores.

El Perú soportaba la dictadura de Augusto B. Leguía, “el oncenio" (1910-1930), período oscuro de nuestra historia como tantas otras épocas en las que nos tocó soportar la opresión militar, caldo de cultivo de movimientos reivindicativos y revolucionarios que buscaban alternativas de libertad y democracia. Se escuchan las voces de los estudiantes que toman el mensaje de Manuel González Prada (1848-1918) “Viejos a la tumba, jóvenes a la obra”, tras leer sus libros Pájinas libres, Horas de lucha y el discurso del teatro Politeama. Entre ellos sobresale José Carlos Mariátegui (1894-1930), quien funda la revista Amauta en 1926 desde donde enarbola propuestas a favor del indigenismo y analiza la problemática social en sus Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana. El año 1928 funda el Partido Socialista en Perú. El movimiento político de Mariátegui ejerce gran impacto en la cultura de la época, influencia que hereda el maestro José Sabogal (1888-1956), líder de la escuela indigenista, quien a su vez influye con su pensamiento y estilo de sus pinturas en sus discípulos, entre ellas Carlota Carvallo, Julia Codesido, Teresa Carvallo, Leonor Vinatea Cantuarias, Alicia Bustamante Vernal y Carmen Saco.
Los escritores y artistas aspiraban que sus obras interpreten al país, compartiendo el lema "peruanicemos al Perú".

Valoración crítica
La literatura infantil es un logro importante de nuestro tiempo. En el siglo XX despega la literatura para niños en el Perú. Inspirada principalmente en la labor tesonera de Carlota Carvallo.

En la década del ochenta se crea la Asociación Peruana de Literatura Infantil y Juvenil (APLIJ), se inician los Encuentros Nacionales de Escritores en diversos departamentos del Perú, tribunas donde se analiza y difunden las obras de los autores clásicos y se motivan nuevas vocaciones literarias. Se publican suplementos literarios, antologías y progresivamente, algunos de los reacios escritores y críticos literarios, se relacionan con el grupo de escritores, bibliotecarios, ilustradores, dramaturgos y ensayistas que promueven la literatura infantil como género literario. Entonces los libros de Carlota Carvallo de Núñez, son objeto de importantes juicios críticos que dimensionan su obra como alta literatura.

Don Estuardo Núñez dice:
“Sus cuentos (de Carlota Carvallo) revelan un estilo propio, una manera muy personal de manejar el idioma, una forma de expresión sencilla y digna, que no por ser accesible a la mente infantil sea escasa en contenido estético”.

En otro acápite agrega:

“Logró encontrar los rasgos de un lenguaje particular, que no siendo vulgar ni pobre, es fácilmente asimilado en su rico contenido. Sus asuntos trasuntan, con la cuidadosa expresión artística, el culto de la imaginación, conjugando la fantasía y la realidad, lo humano y lo folklórico”.(Prólogo de: Carlota Carvallo 1909-1980. Bibliografía. Biblioteca Nacional del Perú. 1990).

Francisco Izquierdo Ríos en el libro Literatura Infantil en el Perú (1969), dice:
“Es Carlota Carvallo una de las más fecundas y calificadas escritoras de literatura infantil en el Perú”.

Danilo Sánchez Lihón se refiere a la obra de Carlota Carvallo en Literatura infantil magia y realidad (1996) de la siguiente manera:

“Destaca en ella una prosa limpia y sin rebuscamientos ni falsos atuendos, con una naturalidad extraordinaria en los diálogos. Sus creaciones tienen un sustrato muy peruano pues su ambientación se da en realidades muy propias del país. Sus relatos no se deslizan en una superficie fácil ni suave sino sobre abismos del alma humana, y en ellos se ensaya siempre un descenso a profundidades de alucinación, de pavor y de miedo”.

El poeta Jesús Cabel, nos hace llegar la siguiente apreciación sobre Carlota Carvallo de Núñez:

“Toda la obra narrativa de Carlota Carvallo está imbuida de los contrastes que presenta la literatura oral de las diferentes regiones del país, la que maneja diestramente y poetiza en momentos claves. Sus personajes no resultan extraños al paisaje sino ha sabido amalgamarlos en una formidable unidad de texto y contexto. Y, como transfondo mágico, emerge una peruanidad narrada en su primitiva pero amorosa forma: el paisaje agreste y total con su gente bulliciosa pero esperanzada. Carvallo es ya, no solo una de las forjadoras de la narrativa infantil en el país sino una de sus clásicos más aleccionadores y conmovedores de la historia de la literatura infantil peruana.

Amadeo Delgado Pastor, director de la Colección Escolar Peruana del Ministerio de Educación Pública, en el prólogo de la primera edición de Rutsí, el pequeño alucinado, que denomina NOTICIA y firma con las siglas A.D.P. ,comenta de esta manera el primer libro de esta extraordinaria escritora:

“Esta ausencia de antecedentes literarios sirve para resaltar su calidad y prestancia intelectual, pues, careciendo del estímulo que significa una producción juzgada y fácilmente convertible en punto de referencia para la autocrítica, realiza la hazaña de situar su nombre al lado de consagradas figuras de nuestras letras”.

Más adelante agrega:

“Rutsí, el pequeño alucinado, destaca junto a un estilo fluido y elegante, hasta cuatro condiciones primarias que ameritan la labor intelectual de la autora, a saber: Amplio conocimiento de la geografía, la historia y el folklore peruanos; presencia de una sana emoción nacionalista; auténtica vocación literaria, y sensibilidad pedagógica”.

En la tesis La contribución de la cuentística de Carlota Carvallo a la literatura infantil peruana, para graduarse como doctor en filosofía en la Universidad de Texas, David D. Hefling, dice:

“Carvallo estableció un importante precedente con Rutsí, novela juvenil casi única en la literatura infantil peruana. Logró mostrar que se podía adaptar el folklore peruano de las tres regiones geográficas de su país y tejerlos en una creación fresca y original. En esta novela, se notan las categorías principales de la cuentística”.

Pese a que ha transcurrido más de medio siglo desde la su publicación, Rutsí, el pequeño alucinado, es la novela que mejor se adentra en el alma infantil, en la psicología del niño peruano, no solo de la selva, sino también de la costa, en sus confrontaciones con personajes de la alta sociedad, como de los más humildes asentamientos humanos. Rutsí es un niño vivaz, curioso, perceptivo, que conduce al lector a un peregrinaje instructivo, vivencial por las tres regiones del país, conociendo, descubriendo la forma de vida que compara con su propia existencia. Capta lo positivo, desecha lo inconveniente, se nutre del folklore, fomenta el amor por la naturaleza y se rebela ante la injusta prisión de animales selváticos en medio del tráfago de la ciudad. La aventura termina en un trágico accidente. Rutsí deja el cuerpo físico del niño ingenuo y bondadoso y vuelve a ser el geniecillo travieso que gasta bromas a los bufeos, pero tiene la esperanza de que el hombre egoísta e injusto de las ciudades que ha conocido, algún día llegue a la perfección.

Sobre Oshta y el duende, el escritor Jorge Eslava opina en un artículo publicado en el diario El Comercio:

“Es un cuento de raigambre popular, vinculado a las fábulas quechuas: un niño es encargado por su madre a cuidar el rebaño y queda solo por primera vez en las alturas de la puna, a merced de las astucias del zorro y de la ferocidad del puma”. “Narrado con un lenguaje de dicción oral, una acertada estructura y los elementos mágicos propios del relato popular, al que se ha añadido una impronta fantástica: un viaje a través del tiempo, que le pone un toque rotundo de modernidad”.

Obras


En la Biblioteca Nacional del Perú se encuentran ocho registros bibliográficos:
• Carlota Carvallo 1909-1980. Bibliografía. Biblioteca Nacional del perú 1990.
• Cuentos de Navidad. PEISA. Lima, 1970.
• Cuentos fantásticos. Universo (s/f).
• El Amaru y otros cuentos del Perú. ENCAS. 1976.
• Oshta y el duende, y otras historias. Quipu,1999.
• El pájaro niño y otros cuentos. Editorial Juan Mejía Baca. 1958.
• Rutsí, el pequeño alucinado. Ministerio de Educación Pública, 1947.

En la Biblioteca de la Universidad Mayor de San Marcos se hallan seis registros:
• La niña del espejo y otros cuentos. 1990.
• El Encuentro (s/f).
• Un recuerdo del pintor Enrique Camino (s/f).
• El tío Francisco (s/f),
• Rutsí, el pequeño alucinado. 1947.
• El papel de la literatura infantil. 1967.

En ninguna de las bibliotecas citadas figuran sus obras de teatro, ni las publicaciones que mencionamos a continuación:

• El niño de cristal. Escuela Nacional de Arte Escénico. ENAE. Teatro escolar. 1955.
• La tacita de plata. ENAE. 1955.
• Florisel. Servicio de publicaciones del Teatro Universitario de San Marcos. Piezas de teatro escolar. 1972.
• El arbolito y otros cuentos. 1962.
• Víspera de Reyes. La Mariposa de cristal. Suplemento literario del Diario La Prensa, a cargo de Roberto Rosario Vidal, con ilustraciones de Jesús Rojas Rivadeneira.. 1983.


Galardones
A mérito de su infatigable labor creadora, Carlota Carvallo de Núñez recibió innumerables galardones, siendo los más importantes:

• 1943: Primer Premio por Rutsí, el pequeño alucinado, otorgado por la editorial Farrar & Rinchard.
• 1944: Primer premio de Teatro Escolar por la comedia de títeres “La tacita de plata”, conferido por el Ministerio de Educación Pública.
• 1948: Segundo Premio de Teatro Escolar para maestros, por la obra “El niño de cristal”. Ministerio de Educación Pública.
• 1955: Primer Premio de Teatro Escolar por “El valiente Oshta”. M.E.P.
• 1956: Primer Premio de Cuentos por la obra: “La soledad de Timoteo”. Diario La Crónica.
• 1958: Primer Premio de Cuentos Infantiles por la obra “El pájaro niño”. Diario El Comercio.
• 1959: Primer y Segundo Premio de Teatro Escolar por las obras: “Florisel” y “Extraña visita”. Otorgado por el Teatro Universitario de la Universidad de San Marcos TUSM.
• 1964: Premio extraordinario Doncel por la obra “Ojo de plata” otorgado en el marco del IX Congreso de IBBY. Primer Premio por la obra “Cuentos peruanos”, presentado en la Campaña por una buena literatura para niños”, realizada en Buenos Aires. Y Primer Premio por la obra: “La niña del espejo” en un concurso organizado en Argentina.
• 1965: Premio Doncel de cuentos infantiles por el libro “Oshta y el duende”. Madrid.
• 1967: Primer Premio de Teatro Escolar por la obra : El monigote de papel. TUSM.
• 1972: Premio Nacional de Fomento a la Cultura “José María Eguren” en el área de Literatura Infantil por el libro “Cuentos de Navidad”.
• 1979: Primer Premio del Concurso de Teatro escolar con el trabajo: Talismán”. TUSM. Primer Premio por el cuento “ La flor del tiempo”, otorgado por Journal do Brasil y la Fundación del Libro Infantil y Juvenil.

Promoción literaria


Carlota Carvallo de Núñez con sus obras de teatro, poemas y cuentos, desde el año 1947 cuando publica la novela “Rutsí, el pequeño alucinado”, hasta sus últimos días, fue la principal animadora de publicaciones, instituciones y movimientos culturales que tuvieran que ver con la literatura infantil. Madre ejemplar, maestra por excelencia, escribió sin descanso para alimentar el espíritu de sus hijos en épocas precedentes a la generalización de los medios de comunicación, que mal empleados, alejan cada vez más a la juventud de la maravilla de información y conocimientos que encierran los libros.

Carlota Carvallo fundó en 1974 la revista URPI, suplemento infantil del diario La Prensa, donde publica cuentos, poemas y artículos sobre lugares turísticos del país. Esta revista es considerada como la mejor publicación para niños de todos los tiempos. Se publicaron 47 números.

Según la opinión del poeta, escritor y crítico Danilo Sánchez Lihón " Urpi constituye hasta el presente la experiencia más sobresaliente en lo que toca a revistas infantiles para niños; opinión que es consecuencia de las siguientes consideraciones:
“a) En ella se presentaban creaciones literarias de niños de todo el ámbito nacional, quienes enviaban composiciones así como correspondencia, las mismas que en la mayoría de casos se publicaba, b) Se presentaban dibujos de niños en impresión a todo color, c) Se enseñaban manualidades, así por ejemplo: cómo hacer una serie de objetos útiles al hogar y a la educación, pero con materiales caseros, d) Se da a conocer el país mediante una sección titulada "Viajando por el Perú." e) Se presentan amenidades, inventos, se organizan certámenes de dibujo y pintura para niños, f) Se presentan vidas de hombres ilustres, tiras cómicas, páginas sobre ciencias; es decir, todo lo que de algún u otro modo tenga que ver con la formación y desarrollo del niño, g) Se logra la colaboración permanente de los escritores más destacados de literatura infantil, entre otros: Carlota Carvallo, Francisco Izquierdo Ríos, Rosa Cerna Guardia, h) Se logra un excelente desarrollo gráfico con la participación del plantel más estacado de dibujantes para niños: Rosario Núñez, Jesús Ruiz Durand, Julia Nobuko. i) Se logra movilizar a los niños y hacerlos participar en este órgano informativo cuyo significado mayor es el dejarnos casi la evidencia de que su hechura era obra colectiva de los niños y algunos adultos”.

Carlota Carvallo fue también Sub Directora de la revista Alpha, de la Asociación de Amigos del Arte.

Participa en la “Campaña por una buena lectura para el niño”, en Buenos Aires (1964); en el IX Congreso Internacional del Libro Juvenil en Madrid, donde la proclaman Presidenta de la Sección Peruana de la Organización Internacional del libro Juvenil IBBY, adjunta a la UNESCO y en el X Congreso Internacional de la IBBY en Lubjana (Yugoslavia) en 1966.

Interviene como Jurado del Premio Internacional Hans Cristian Andersen, en París en 1967; en la Bienal de Ilustraciones para niños (Bratislavia 1971), y el Concurso Juan Volatín, auspiciado por la Municipalidad de San Isidro en 1969.

Forma parte de la “Mesa redonda sobre Literatura Infantil en el Perú”, organizada por la Casa de la Cultura del Perú (1970). Es expositora en el forum “Importancia del libro infantil”, organizado por el ICPNA en 1974. Y participa en el “Seminario de Literatura Infantil” organizado por la Universidad San Cristóbal de Huamanga en 1978.

Carlota Carvallo de Núñez fue un espíritu inquieto, emprendedor y sensible a todas las formas del arte y la literatura, Sin embargo el denominador común de su obra fue siempre la infancia, luego la juventud. Explotó la magia y la fantasía del mundo andino, selvático y costeño, sin descuidar la interpretación de la realidad peruana que se refleja en sus narraciones, que hacen gala de su profundo conocimiento e identificación con el Perú en toda su extensión, razas y cultura.

Creó obras dramáticas, épicas y líricas e inclusive compuso canciones que entonan los niños en las escuelas, sin saber que la autora es Carlota Carvallo:

Una flor de la cantuta
en el río se cayó,
púsose contento el río
y su olor se lo llevó.

Una flauta del pastor
en el río se cayó,
púsose contento el río
y su música llevó.

El llanto de una niña
en el río se cayó,
púsose contento el río
y cristalino se volvió.

El llanto y la cantuta
y la flauta del pastor,
pusieron contento al río
y ya no les devolvió.

En julio de 1975 participa en el “Festival de la canción infantil” desarrollado en el marco de la Feria del Hogar con dos canciones seleccionadas: Las vocales, cuyo texto no hemos encontrado, en cambio si forma parte del libro inédito del que nos ocuparemos más adelante el poema Una niña vendrá:

Una niña linda vendrá a nuestra casa
antes que en los campos se dore el maíz.
antes que maduren los frutos del mango,
y cante en las tapias el tuctupillín.

Y olerá su carne como la magnolia
y será morena como el capulí
y tendrá los ojos como la vicuña
y el cuerpo tan fino como el colibrí.

Todos cuidaremos a la niña linda
hasta de la brisa que la pueda herir
le haremos la cuna, cogiendo en el campo
plumas de las aves, flores de jazmín.


También fue autora del ensayo “El papel de la literatura infantil” (Serie “El niño en el Perú” Volumen 9, Lima 1967), que publica el Consejo Nacional de Menores, estudio en el que manifiesta:

“|Se ha llegado al convencimiento de que la buena literatura infantil no es solamente un pasatiempo sin importancia, sino una verdadera necesidad, que en algunos casos puede tener categoría artística, considerándola como una modalidad de la gran literatura”.

La opinión de Carlota Carvallo, siendo una de las escritoras de obras para niños más importante y estando informada sobre las tendencias literarias de su época, deja entrever que puede haber literatura infantil que no reúna la calidad de obra artística. Afirmación justificada, en tanto que le toca vivir en una época en la que se iban decantando conceptos que más tarde ella misma se encarga de entregarnos con más lógica. En la década del setenta, los conceptos de niño y familia todavía no tenían el nivel de comprensión de la actualidad (Se tenía que explicar en qué consistía la inimputabilidad de los menores. Por qué no se les podía calificar como delincuentes juveniles y sus actos no debían catalogarse como delitos. En pocos años se evolucionó el concepto de familia Discutiendo en talleres sobre el binomio madre-niño, control de la natalidad, paternidad responsable, estudios de género…). Hasta los inicios de la década del ochenta algunos medios de comunicación empelaban todavía la palabra delincuente, refiriéndose por igual a actos antisociales cometidos por niños o adolescentes.

El año 1969, Francisco izquierdo Ríos, en La literatura Infantil en el Perú, aclara que la literatura infantil en principio debe reunir el requisito de ser obra artística y en consecuencia brindar goce estético y satisfacción espiritual al niño. Se deslinda de esta manera la confusión entre texto de lectura y literatura, tema que todavía en nuestros días algunas personas no diferencian. Más adelante, en el mismo ensayo, Carlota enmienda la propuesta inicial cuando dice:

“El cuento infantil ha de ser ágil y ameno. Debe encausar la imaginación, e inclinar la sensibilidad hacia las cosas bellas. Inculcar comprensión y amor hacia la humanidad y los pequeños seres que nos rodean”.

A Carlota Carvallo le toca vivir en una etapa en la que el concepto de niño, si bien es cierto que ella lo tenía claro, en la generalidad de las mentes era preciso reafirmar:

“Sólo acercándonos con amor a él, podremos llegar a penetrar a su mundo, que no es “un mundo del adulto en pequeño”, sino un mundo propio, maravilloso y distinto”.

Luego recomienda:

“Escribir para niños es penetrar en inmundo maravilloso, olvidando ese lastre que significan los conocimientos adquiridos y experiencias vividas…Es ponerse al nivel espiritual del niño, para lo cual hay que asumir una actitud de completa inocencia y deslumbramiento ante el universo, como si lo contempláramos por primera vez…”

En una entrevista efectuada por diario El Comercio, Carlota Carvallo expresa su filosofía acerca de la importancia de la literatura infantil autóctona:

“Creo que el cuento desempeña un papel muy importante en
la educación. Los héroes que alimentan la fantasía del niño deben surgir de su propio ambiente y no de literaturas extranjeras. El arquetipo que hay que imitar, el héroe que debemos admirar, todos aquellos personajes que nos son más tarde tan familiares y queridos, deben surgir de nuestra historia. Tenemos en nuestro rico folklore magníficos elementos aún inexplorados”.

Carlota Carvallo fue una artista completa. Fue pintora, compositora, narradora, poeta, ensayista, pero su labor artística preponderante fue sin duda la creación literaria para niños. Hubiera querido formar legión de escritores, de gente sensible que escriba como ella para los más pequeños, pero probablemente la comunicación entre los escritores no era fácil. Hemos mencionado su participación en la organización de instituciones culturales y de publicaciones. Pese a Presidir la Sección Peruana de la IBBY no logró aglutinar a escritores que en Lima y en distintos departamentos del Perú escribían hermosas páginas literarias para niños, como el mismo Francisco Izquierdo, Catalina Recavarren, Rosa María Rojas, Jorge Ortíz Dueñas, Germán Baush Bedoya, Alida Elguera y Luis Valle Goicochea, entre otros coetáneos suyos. Sabemos que hizo esfuerzos denodados por difundir su arte y los conceptos sobre literatura infantil. En febrero del año 1978 viaja a Ayacucho para participar en un Seminario de Literatura Infantil, organizado por la Universidad “San Cristóbal de Huamanga”, sin embargo su predica, la semilla de su trabajo al parecer no cayó en terreno fértil, como lo demuestra un trabajo de investigación realizado por los profesores Marcial Molina, Carlota Flores, Juan Osorio, entre otros, el año 1982:

“Vistos los resultados, el panorama resulta desalentador. Los niños de Ayacucho leen poco. Su nivel de información es más bien de corte oral. Conocen algunos cuentos clásicos porque les han sido relatados en el hogar o en la escuela, pero no han tenido acceso directo a los libros”.

Quien sabe haya sido el reconocimiento de esta realidad, la motivación que ha convertido en nuestro tiempo a la Universidad de Huamanga, en una de las sedes más importantes de eventos culturales referidos a la promoción de la cultura, principalmente de la literatura para niños y jóvenes.

Recién al dejar de existir Pancho Izquierdo y Carlota Carvallo, a comienzos de la década del ochenta, surge el movimiento aglutinador de escritores que escriben para niños, en torno a la Asociación Peruana de Literatura Infantil y Juvenil (APLIJ). Institución que nace a raíz de la celebración del Año Internacional del Niño, que promueve la publicación de la Antología “La barquita de papel”, la organización del Primer Encuentro Nacional de Escritores de Literatura Infantil y la publicación de la Antología Nacional de Literatura Infantil. Sin duda este es un merecido tributo a la obra iniciada por Carlota Carvallo y su contemporáneo Francisco Izquierdo.

Obra inédita
La obra literaria publicada de la escritora Carlota Carvallo de Núñez, como puede apreciarse en los registros bibliográficos existentes, comprende principalmente narraciones y obras de teatro escolar. Poco se ha comentado de sus trabajos en verso, quien sabe porque no fueron publicados como libro y sólo fueron apareciendo de manera dispersa en el suplemento especializado para niños Urpi, del diario La prensa y en otras revistas. Varios poemas todavía se mantienen inéditos.

Pero es preciso dar a conocer cómo es que llegó a nuestro poder un importante poemario de la escritora Carlota Carvallo de Núñez, mucho antes de que se comiencen a difundir. Ocurrió así: Entre los años 1974 y 1976, cuando laborábamos en el Ministerio de Educación, convocamos a dos Concursos Regionales de Literatura Infantil. A uno de estos eventos debió enviar Carlota Carvallo su poemario. Lo más probable es que envió el año 1974, porque entonces todos los poemas eran inéditos, requisito establecido en las bases. Intervinieron como miembros del Jurado Calificador, representantes del Instituto Nacional de Cultura y del Ministerio de Educación. Recuerdo sólo que entre ellos se encontraba el escritor Eleodoro Vargas Vicuña. El ganador del concurso convocado en 1974 fue el escritor Chancayano Jorge Ortiz Dueñas. Los trabajos no clasificados de ambos concursos quedaron en dicha institución. Años después, abocados en una investigación, revisamos dichos archivos que se encontraban en el sótano del antiguo Ministerio de Educación (Parque Universitario). Fue cuando hallamos algunos cuentos y un manojo de poemas de la escritora Carlota Carvallo. Es preciso aclarar que es errónea la afirmación de algunos estudiosos que afirman que dichos trabajos fueron presentados al concurso que convoqué el año 1979, cuando yo era Coordinador de Cultura de la Comisión de Celebración del Año Internacional del Niño. Tampoco es cierto que “los poemas publicados (por la revista Runakay) fueron recopilados de varias fuentes, pues ella había publicado en diferentes revistas”. Los poemas fueron proporcionados por el autor del presente estudio, reservándome algunos poemas que todavía son inéditos.

El material original está mecanografiado por la autora en papel copia tamaño oficio y comprende treinta y nueve poemas y dos cuentos.

El manojo de poemas carece de una página liminar, por lo que no tiene un título que dé nombre al libro. Pero en la última página se encuentra un índice antecedido del título: POESIAS PARA NIÑOS. Los poemas están numerados en el siguiente orden:
1. ¡Ah los niños!
2. Los ruiseñores nocturnos
3. Cuando sea grande
4. La cuculí
5. ¡Ah niño mío!
6. La niña y el mar
7. El pájaro y la estrella
8. El cielo es azul
9. ¿En dónde está?
10. Linda mariposita
11. ¿Por qué no vienes?
12. Una niña vendrá
13. Mientras duerme la nenita
14. Ocho palomitas
15. Muchachitos
16. La lluvia
17. Uno, dos y tres
18. Ahí viene el viejo
19. Niñita serrana
20. Si viene la avispa
21. La niña estrella
22. Estoy cuidando al sol
23. Cantaban las gotas
24. El caballo blanco
25. El río
26. Florecita blanca
27. Michirrita
28. Los burros tienen zapatos
29. Costa, sierra y montaña
30. La mosquita (*)
31. La chinchilla (*)
32. La gallinita blanca
33. El gallito de las rocas
34. El guanaco y la vicuña
35. La muca (*)
36. El monito y el perezoso
37. La prima Rosita(*)
38. Manolín
39. Me llamo Cándido

Los poemas marcados con asterisco (*) fueron publicados por el autor de este artículo en la “Antología Nacional de Literatura Infantil” (1984) fuente de la que se han servido varios autores, tal es el caso de los escritores Saniel Lozano y Luzmán Salas en el libro “Literatura Infantil y Educación” y César Toro Montalvo en la “Antologìa general de la poesía infantil” (Como lo reconoce el autor en el prólogo). También fueron publicados en la revista Urpi, selección a cargo de Rosa Cerna Guardia, en el libro de lectura de Santillana, y en la separata 62 de la revista Runakay, con la introducción del poeta Jesús Cabel, que incluye poemas proporcionados por nosotros.

Estos poemas bien podrían conformar un libro. Son poesías adecuadas para niños entre seis y diez años de edad. Los temas son diversos, siendo en mayor número los referidos a animales (Ruidos nocturnos, La cuculí, El pájaro y la estrella, En dónde está, Ocho palomitas, Si viene la avispa, El caballo blanco, Michirrita, Los burros tienen zapatos, La gallinita blanca, El gallito de las rocas, El guanaco y la vicuña, El monito y el perezoso). Algunos a personajes son niños: Cuando sea grande, ¡Ah los niños, ¡Niño mío! , La niña y el mar, Por que no vienes, Una niña vendrá, Mientras duerme la nenita, Muchachitos, ¡Ahí viene el viejo!, Niñita serrana, La niña estrella, Manolín, y, Me llamo cándido.

El lenguaje es sencillo, adecuado al nivel de comprensión de los niños. Los versos son libres, poco apegados a la métrica o a la rima. En determinados poemas se emplea onomatopeyas (Cantan las gotas y Gallinita blanca).

De acuerdo con la categoría Poesía para niños y Poesía sobre niños, encontramos que casi todos los poemas, con excepción de los poemas 1 (¡Ah los niños) y 5 (¡Niño mío!), pueden considerarse poemas para niños. Los poemas 1 y 5 estarían dentro de la categoría Poesía sobre niños.

Algunos poemas abusan de diminutivos: Linda mariposita (mariposita, casita). Mientras duerme la nenita (Nenita, blanquita, chiquitita, cunita, azulitos, cositas, suavecitas, finitas, rosaditos). Manolín (Manolín, niñito, toditito, pobrecito). Florecita blanca (Florecita, mamita, chiquita, blanquita, nochecita). El gallito de las rocas (Pajarito, monito, gallito).

Al final del folder se encontraban dos cuentos: “Víspera de reyes”, que fue publicado en 1983 en el suplemento “La mariposa de cristal” del Diario La Prensa, que dirigían la señora Alicia Bustamante de Salazar Larraín y Roberto Rosario Vidal. En esta serie también publicamos el cuento El girasol de Rosa Cerna Guardia y Arca de papel, de Jesús Cabel. La Mariposa de cristal sólo tuvo tres números, debido el cierre del diario La Prensa.

El cuento inédito de Carlota Carvallo títulado La tinya, con el subtítulo: Cuento del folklore peruano, narra la historia de una laguna encantada que cubre un pueblo que trató mal a un mendigo. Es un relato de origen folklórico que con algunas variantes se cuenta en diversos lugares del Perú. La tinya fue publicada en Urpi, Suplemento infantil del diario La prensa. El 8 de febrero de 1975. Esta publicación posterior al concurso donde fue presentado previamente, como trabajo inédito, demuestra que el manojo de poemas que encontramos data del año 1974.

Alguna vez nos preguntamos ¿Cual fue la fuente de inspiración de la escritora Carlota Carvallo de Núñez, quien empleó con destreza todos los géneros literarios, que plasmaba con pinceladas artísticas que parecían bordonear una guitarra, la naturaleza, la vida, la flora, la fauna, las riquezas minerales, el folklore, la historia? Su principal inspiración sin duda fue el amor por los niños y el profundo conocimiento del alma de los peruanos. Solo una persona que ama puede describir sus sentimientos con la sinceridad que aflora con claridad y sencillez. Su fuente de inspiración fue además el Perú, su patria, nuestra patria que debemos aprender a amar como nos enseñó a hacerlo Carlota Carvallo.


Al celebrarse el presente año 2009 el centenario del nacimiento de Carlota Carvallo de Núñez, es oportuno publicar sus obras completas, comenzando por sus poesías para niños, que todavía se mantienen inéditas como libro.

Sería el más importante reconocimiento de su obra y hermoso presente para los niños, destinatario recurrente de su amor traducido en poesía.

Carlota Carvallo de Núñez falleció el 29 de marzo de 1980, pero su obra literaria la mantiene viva en nuestra memoria y juguetea con los niños, deleitándolos con los personajes fantásticos que ha creado.


Lima, agosto del 2009.


POEMAS DE CARLOTA CARVALLO


El cielo es azul

El cielo es azul
y verde el mar
y negras son las noches
sin luna ni estrellas,
y blancas son las nubes
y amarillo el sol.

En el mundo que hizo Dios,
todo tiene algún color
y verlo es maravilloso.

Es rojo el clavel
y blanco el jazmín,
moradas las violetas,
rosado el geranio,
azul las campanillas,
dorado el girasol.

En el mundo que hizo Dios.
todo tiene algún color
y verlo es maravilloso.

Niñita serrana

Niña de las punas,
niñita serrana,
que vas caminando,
detrás de tus llamas.

En tus ojos negros
se esconde una pena
¿Por qué estás triste
mi niñita buena?

Tal vez lo que quieres
es ir a la escuela,
saber esas cosas
que en ella se enseña.

Dile a tu mamita
-¡Yo quiero aprender,
tener muchos libros
que pueda leer!

Si otra vez te encuentro
mi niñita buena,
quiero verte alegre,
camino a la escuela.


La cuculí

Palomita de los montes
palomita cuculí,
tienes un canto tan triste
¿Qué es lo que te hace sufrir?

Escondida entre los sauces
que dan sombra a mi jardín,
me repites largamente
tu cantito ¡Cuculí!

¿Por qué no cambias de tono?
¿Por qué no lo haces por mí.
y hoy me cantas algo alegre,
palomita cuculí?


Costa, sierra y selva

En mi tierra hay tres regiones
y todas ellas bonitas:
La costa con sus playitas
y sus campos de algodón.

La sierra con sus paisajes
sus blanquísimos nevados,
los andenes cultivados
en solitarios parajes.

Y la selva verde, inmensa
cual gigantesca maraña.
En ella está la riqueza
y esperanza de mañana.



LOS RUIDOS NOCTURNOS

En LA noche hay ruidos
De aves y de insectos,
Yo paso las horas
Escuchando atento.

Cantan las chicharras
Con sus organillos
Y rasgan guitarras
Los pícaros grillos.

Los sapos le croan
A su novia luna,
Grita la lechuza
En su torre oscura.

Al llegar el día
Todos enmudecen
¿A dónde se han ido?
¿Por qué no aparecen?



CUANDO SEA GRANDE

Cuando se grande
Voy a ser soldado.
-Yo seré abogado
-Yo seré doctor.

-Quiero ser maestro
-Y yo carpintero
-Voy a ser obrero
-Yo seré pintor.

Todos cuando niños
Quieren ser famosos
Ricos poderosos
¡Vivir, disfrutar!

Pero han olvidado
Desear que los hombre
Encuentren niveles
De vida mejor.

Que no hay en el mundo
Ni pobres ni ricos
Que todos alcancen
¡La paz y el amor!



¿EN DONDE ESTA?

¿En dónde está el pajarito?
En el cielo ¿No mamá?
El gusanito en la tierra
Y el pececito en el mar.

Y el hombre d ¿Dónde vive?
-El hombre en todo lugar
El hombre vive en la tierra,
En el cielo y en el mar.

OCHO PALOMITAS

Ocho palomitas blancas
Se pusieron a volar
Y hasta la luna llegaron
En la noche de San Juan.

Y la luna traicionera
Dejó a las ocho pasar,
Pero sólo sus plumitas
Se pudieron regresar.

Y por eso están los campos
Blancos, blancos como azahar
Y dicen en la nevada
De la noche de San Juan.


ESTOY CUIDANDO AL SOL

Estoy cuidando al sol
Para que el sol no se mueva
Pues si se mueve el sol
Ya no tendremos sol bueno.

Los pajaritos cantan
Y hay brisa alrededor
Y estoy feliz mamita
Porque ha salido el sol.

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BIBLIOGRAFIA
POESÍA
1. CARVALLO DE NÚÑEZ, Carlota. Poesías para niños. Prólogo de Jesús Cabel. Guadalupe (La Libertad). Runakay Ediciones, 1986. 30 pp.
2. LOZANO ALVARADO, Saniel. Ronda de Luna, ronda de miel. Trujillo, Editorial Libertad EIRL, 1995. 120 pp.
CUENTO
1. CARVALLO DE NÚÑEZ, Carlota. El pájaro niño. Lima, Librería Editorial Juan Mejía Baca & Editorial Nuevos Rumbos, 1958. 93 pp.
2. _________ . El arbolito y otros cuentos. Lima, Biblioteca de Literatura Infantil, 1962. 128 pp.
3. _________ . Cuentos fantásticos. Ilustraciones de Charo Núñez de Patruco. Lima, Editorial Universo S.A., (1969). 43 pp.
4. _________ . Cuentos de navidad. Ilustraciones de Charo. Núñez de Patruco. Lima, Ediciones Peisa, 1970. 93 pp.
5. _________ . Víspera de reyes. Lima, la mariposa de cristal (revista infantil de la Prensa), 1983. (16 pp.).
6. _________ .La niña del espejo y otros cuentos. Lima, Ediciones el Monigote de papel, 1990. 107 pp.
7. NIERI DE DAMMERT, Graciela. Cuentos infantiles del Perú. Prólogo de Carlota Carvallo de Núñez. Dibujos de Elsa Villanueva. Lima, Talleres Gráficos P.L. Villanueva S.A. 1964. 119 pp.

NOVELA
1. CARVALLO DE NÚÑEZ, Carlota. Rutsi, el pequeño alucinado. Lima, Ministerio de Educación Pública, 1947. 219 pp.

TEATRO
1. INDACOCHEA P., Matilde. Teatro y radio-teatro escolar. Lima, Editorial San Antonio, 1965. 139 pp.
2. _______ . Manos de madre. Lima, Editorial San Antonio, 1965. 12 pp.
3. RAÉZ, Ernesto. Teatro para niños. Lima, Ediciones Retablo de Papel, 1974. 176 pp.
4. SOTELO, Aureo. Teatro escolar popular. Lima, Editorial Inkari, (1979). 209 pp.
5. ______. Teatro para niños y jóvenes. Lima, Ironyodla Editores, 1996. 278 pp.
6. UGARTE CHAMORRO, Miguel A. Juegos, canciones, dichos y otros entretenimientos de los niños. Arequipa. Tipografía Portugal, 1947. 96 pp.
7. ________. Teatro escolar. Lima, Prensas del Ministerio de Educación Pública, 1946. 173 pp. (Incluye: Carlota Carvallo de Núñez, Tomás Baca, Enrique Herrera Gray y Ángel Mori Revoredo entre otros).

ENSAYO
1. BARRANTES, Emilio. El niño y nosotros. Lima, Ediciones Rikchay Perú, 1979. 149 pp.
2. BARRIOS GONZALES, Ruth Alina. Lectura y adolescentes. Lima, Concytec, 1990. 126 pp.
3. CABEL, Jesús. Literatura Infantil en el Perú/debate y alternativa. Lima, Amaru Editores, 1981. 154 pp.
4. ________. Literatura Infantil y juvenil en el Perú/análisis y crítica. Lima, Centro de Investigación de la Literatura Infantil Juvenil del Perú, 1984. 135 pp.
5. CARVALLO DE NÚÑEZ, Carlota. El niño y la Literatura infantil. Lima, Consejo Nacional de Menores 1967.
6. FLORES SCARAMUTTI, Carlota. La literatura Infantil Ayacuchana. Ayacucho, U.N. San Cristóbal de Huamanga, 1982. 57 pp.
7. __________. Reflexión y crítica en torno a la literatura infantil. Prólogo de Manuel Pantigoso. Ilustraciones de Leonil Pantigoso. Lima, Jahnos Impresores, 1984. 215 pp.
8. HEFLIN, David .D. Tesis : La contribución cuentística de Carlota carvallo a la literatura infantil peruana. Texas, University. 1991. 289 pp.
9. INDACOCHEA P., Matilde. Literatura infantil. Lima, Imprenta Editorial «San Antonio», 1968. 252 pp.
10. IZQUIERDO RÍOS, Francisco. La literatura infantil en el Perú. (Ensayo-antología). Lima, Ediciones de la Casa de la Cultura del Perú, 1969. 90 pp.
11. LOZANO ALVARADO, Saniel E. (y) SALAS SALAS, Luzmán G. Literatura infantil. Cajamarca, Editora e Imprenta El Sol 1977. 183 pp.
12. _________. (y) SALAS, Luzman. Literatura infantil y educación. Lima, Centro de Investigación de la Literatura Infantil y juvenil del Perú, 1985. 222 pp.
13. MALDONADO DE MIRANDA, Soledad. Evolución de la Poesía Infantil peruana. Arequipa, Tipografía Miranda, 1988. 31 pp.
14. _________. El contenido social de la literatura Infantil Peruana Contemporánea. Arequipa, Tipografía Miranda, (1988). 17 pp.
15. ROSARIO, Roberto. La literatura infantil en la educación inicial. Lima, UNICEF, 1984. 149 pp.
16. _________. (y) TUPIÑO, Berenice. La poesía infantil en la educación inicial y básica. Lima, Centro de Estudios del Menor 1990. 110 pp.
17. SÁNCHEZ LIHÓN, Danilo. Lenguaje y expresión de los niños. Lima, Ediciones Retablo de Papel , 1974. 250 pp.
18. ________. Literatura infantil. Lima, Ediciones Inti, (1983). 36 pp.
19. ________. Literatura infantil/magia y realidad. Lima, Instituto del Libro y la Lectura, 1986. 218 pp.
20. El Comercio. La más bella cuculí. Jorge Eslava. 5 de julio del 2009.

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Roberto Rosario Vidal

Presidente de la Academia Peruana de Literatura Infantil y Juvenil. Presidente Fundador de la Asociación Peruana de Literatura Infantil y Juvenil (APLIJ). Es autor de libros en prosa y en verso (La casa de Cleofé. El trotamundos. (Argentina). Shica Shica de Limón. La Villa Carmela (Venezuela). El Topo Tito. La Barquita de papel (INAPROMEF). Antología Nacional de Literatura Infantil (INABIF). Literatura Infantil en educación Inicial (UNICEF). Literatura Infantil en Educación Inicial y Básica (CONCYTEC). El tesoro de Kitakaiteri, leyendas asháninkas. Lámpara de minero, cuentos.

Organizó del Primer y Segundo Parlamento Nacional de Niños. Fue miembro de la Comisión Nacional del Año Internacional del Niño. Miembro de la Comisión Revisora del Código de Menores. Representante del Perú ante el Instituto Interamericano del Niño (Uruguay). Expositor en eventos sobre Literatura y la problemática de la infancia en universidades del Perú, Bolivia, Uruguay, Bulgaria y España. Premio nacional de Literatura Infantil.

E mail: robertorosariovidal@hotmail.com

viernes, 3 de junio de 2011

ELEDORO VARGAS VICUÑA:EL LENGUAJE DE ESE PUEBLO ME DIO SU LENGUA


Entrevista. Roberto Rosario Vidal

Conocí a Eleodoro Vargas Vicuña allá por los años de 1973-74, cuando coincidimos como miembros del jurado de un concurso de folklore organizado por la municipalidad de Huarochirí. El iba en representación del Instituto Nacional de Cultura, en compañía de la poeta Rita Pezet y yo, por el Ministerio de Educación. El tema central de nuestra conversación aquel entonces, fue la poesía. Muy galante él, en presencia de Rita, era devoto de la poesía hecha mujer, que primaba sobre toda su filosofía, inclusive sobre su obra narrativa que pasaba a segundo plano, cuando se encontraba ante la presencia de una admirada poeta. En la década del ochenta tuve la suerte de contar con la visita más frecuente de Eleodoro, cuando laborando en el Instituto de Bienestar Familiar (INABIF), organicé el Primer Concurso Nacional de Literatura Infantil, en el que Eleodoro fue nuestro invitado como miembro del jurado calificador. Desde entonces solíamos reunirnos a tomar café, gratamente atendidos por una asistenta loretana, motivo inspirador de varios poemas, que improvisaba en sus asiduas visitas “supuestamente a mi persona”.
En diciembre de 1992, ya apartado de mis labores en el Estado, desarrollaba una experiencia de creatividad literaria en una institución educativa de Chanchamayo, cuando decidimos invitar a Eleodoro para participar en una tertulia literaria. Esta vez, impresionado por la calidez del ambiente y por la presencia de su antiguo amigo y paisano Andrés Mendizábal, decidió compartir con nosotros algunos días, oportunidad en la que nos dejó testimonios de su vida y obra, en una entrevista filmada todavía inédita, de la cual extraeré algunos conceptos, luego de reseñar pasajes de su vida y obra.
Eleodoro Vargas Vicuña nació en Cerro de Pasco el 28 de agosto de 1924, donde su padre laboraba como minero; pero se reconoce Acobambino, porque, dice “allí aprendo a hablar, a asombrarme de la vida de Acobamba”. Cuando Eleodoro comienza a hablar, descienden sus párpados como una cortina, para que su mirada retorne al pasado, divise su alma, mientras su voz, nítida, solemne, confiesa:

“Es evidente que ningún hombre escapa a su paisaje. El fundamento de su vida es el lugar de su nacimiento, pero más que su nacimiento, porque este puede ser casual, es el lugar donde aprendo a hablar. Soy un acobambino absoluto. Me comunico con los hombres en Acobamba, aprendo a leer en Acobamba, a oír mi nombre en Acobamba. Entonces el lugar de mi nacimiento, vida, pasión y muerte, aunque muera en cualquier otro lugar, ocurre en Acobamba. Moriré en Acobamba. Definitivamente la luz del cielo de Acobamba, es la que yo tengo en mis ojos, aunque realmente todos los cielos se parecen. El lenguaje de ese pueblo me dio su lenguaje”.

¿CÓMO NACIO NAHUIN?
En Chanchamayo, la vida discurre natural y calma y en algunos lugares la naturaleza es todavía salvaje. El paisaje es poesía que entonan los pajarillos sin nombre, los riachuelos que discurren entre la maleza, abriéndose paso, entre mil escollos para cumplir su cometido de llegar a los ríos y desembocar en el océano. Esta vez sí tuvimos oportunidad y tiempo suficiente para hablar de sus orígenes literarios y sobre la motivación de sus obras, sin los corsés académicos que muchas veces disfrazan la verdad. Hablamos con la franqueza de amigo, sin el rigor crítico, tal vez también sin orden, de acuerdo a las circunstancias y motivaciones que sugería el paisaje por el que transitábamos.

“Nahuín nació como una casualidad vital, algo así como mi vida, la vida de la gente. No ha sido una visión especial, estudiada, razonada. De pronto nació como una realidad ya hecha. Recuerdo que los cuentos de Nahuín los escribí en una fecha, cuatro cinco cuentos, en un cuaderno. De lo que si tengo conciencia plena es del trabajo que me costó hacerlo. Un pequeño volumen que significó gran esfuerzo”.

Cuando le mostramos nuestra admiración por su obra, por su oficio de escritor en tiempos difíciles, su trabajo pionero en la narrativa neo indigenista, reclama que no se siente un escritor profesional:

“Nunca tuve conciencia de ser un escritor, no siento la calidad de un hombre profesional con conducta que se proyecta en su obra. Para mi, escribir, ha sido una afirmación personal”.

Nos sentamos debajo de un árbol añoso, nos distraemos unos instantes escuchando a los pajarillos que revolotean en la floresta, en el rumor del río que en esta época del año incrementa su caudal. Es 10 de diciembre, ya lo dijimos, de 1992. Se hace el silencio y Eleodoro sigue hablando sobre el origen de Nahuín:

“Tengo los cuentos casi logrados que se pudieron publicar así. Pero el arte, como trabajo estructurado lleva mucho tiempo. Los primeros cuentos están escritos el año 1947, 1946. Entonces en Lima, comencé a trabajarlos en el Palermo, con los amigos. De pronto mi hermana me dijo ¿Porqué no publicas algo? Estás escribiendo y escribiendo…Ella tomó un dinero y me dio ochenta soles. Con eso publiqué Nahuín. Y esto es precioso. ¿Cómo la vida se hace de casualidades, ¿no? Como que están alrededor de uno. Por eso mi hermana es la autora de este libro. ¿Increíble, no?

MATERNIDAD POETICA


Tengo en mis manos una edición facsimilar de Nahuín publicada por la Municipalidad de Tarma el año 2003, conmemorándose cincuenta años de la primera publicación. En la tapa interior se lee que la primera edición de Nahuín publicada por la Editorial Ausonia, constaba sólo de 120 ejemplares numerados.
Volviendo al testimonio fílmico de la entrevista informal a Eleodoro Vargas Vicuña, mostramos luego sus sinceros comentarios sobre la motivación de su poesía, de su obra:

“Mi hermana me enseñó el camino de la poesía. Encontré un cuaderno de ella, lo leí y parece que allí hallé la conmoción literaria tan poderosa. Una corriente tan potente que no te mata, sino que te lanza. A mí me lanzó a la poesía ese cuaderno de mi hermana. Es algo así como una maternidad poética que ella me ha dado. La otra, ha sido la fuerza poética del pueblo donde he vivido. Acobamba. Todo estaba lleno de magia, de un milagro de la vida, de los tratos, de las condiciones, de una humanidad poética donde los muertos participan de la vida de los hombres. Y los vivos, de la vida posible de esos muertos. Mi abuela decía: Allí está pasando don Manuel Valverde. De hecho ella sabía que no estaba. Que estaba muerto o iba a morir. Posiblemente ella creía o iba verbalizando una forma de mito. Era una referencia a la existencia, de la forma de vida de un pueblo”.

Comenzó a llover. En realidad era apenas una llovizna. Ligeras gotas que traía el aire para refrescar el ambiente siempre cálido, aun en un día nublado como el que nos regalaba la vida, en una caminata por el bosque, acompañados por el profesor Guido Rosales, que filmaba nuestro diálogo y por mi hijo Alexis, entonces estudiante de secundaria, pero ya con algunos lauros artísticos que le habían permitido viajar a Europa del Este.

¿POR QUE ESCRIBES?

Los escritores explican su motivación de manera diversa. Porque les gusta, son felices, les permite expresarse, destruir sus demonios, liberarse, para que sus amigos lo quieran, aunque algunos los envidien, los odien, en fin, todas las posibilidades del espíritu humano. Esta pregunta no podía de dejar de hacerla a Eleodoro Vargas Vicuña. La respuesta no fue directa, sin embargo nos permitió seguir adentrándonos en su filosofía, en un testimonio de lo que estaba viviendo en este momento, esos días, meses del año 1992. Días antes en repetidas oportunidades me había contado que estaba viviendo circunstancias gratas, emocionalmente estaba feliz. Lo repetía una y otra vez. Narró que estaba siguiendo clases de canto bajo la dirección de una artista profesional que había logrado la culminación de su carrera musical de manera exitosa. Le pedimos que cantara algo, pero se disculpó, en cambio en dos oportunidades durante su prolongada visita, nos obsequió un melodioso recital de poesía con poemas de César Vallejo, donde apreciamos la cadencia profesional de su voz, seguramente a consecuencia de las magistrales lecciones de canto que estaba recibiendo.

“Lo que en principio significó una escritura natural, como caminar, como hablar, ha devenido en este momento, en un sentimiento de afirmación de la vida. Tengo la creencia, algo así como la esperanza, la ilusión de que aquello que estoy escribiendo, tenga el peso, la materia, un contenido, la presencia, una existencia cabal que me permite tener el sentimiento de querer completar mi existencia. Sobre todo porque lo que escribo no son creaciones muy personales u originales, algo así como la exaltación de la inteligencia, del sentimiento. Más bien son documentos de humanos, de hermanos, como dicen algunos escritores”.

LA MOTIVACION DE SUS CUENTOS
Preguntamos a Eleodoro ¿Se puede entender que la motivación de tus cuentos no son personales, no se basan en alguna experiencia vivida?

“Yo escribía tomando una palabra, una frase. (Contesta en tiempo pasado, refiriéndose a los cuentos de sus libros). De esa frase, de esa palabra, de pronto encontraba un desarrollo, un cauce, así como una gota de agua que de repente se encuentra con otra y crece. En realidad, yo nunca me propuse escribir un cuento o un libro. Escribí una frase y apareció”.

VINCULACION CON EL INDIGENISMO
“Eso sucede porque una persona está en el ambiente en el que se hacen las cosas. Por ejemplo en ese tiempo yo leía a las gentes que en otras partes del continente leían a los ismos autores otros escritores. Las mismas fuentes literarias. Así Juan Rulfo escribió sobre las personas que había conocido. Parece increíble que yo acá en el Perú y él en México estábamos leyendo a los mismos autores, las mismas perspectivas históricas y hay coincidencias. Tal así que aparece como que los dos hemos hecho el mismo trabajo, hemos trabajado en las mismas condiciones”.

DENOMINACION DE TAITA CRISTO


Hay un vacío en la cinta original. No recuerdo bien. Se apagaría la filmadora. Se tuvo de poner otra batería. Cuando se reanuda la filmación, estamos caminando por un sendero angosto que se pierde en la maleza. Las hojas lavadas por la lluvia lucen brillantes, pero al fondo, por la quebrada donde desciende el río Tulumayo, se levanta densa neblina. Seguro que le pregunté en ese ínterin sobre el significado de Taita Cristo, el título de su libro.

“Cuando iba a publicar Taita Cristo, que inicialmente se llamaba El cargador, Manuel Scorza comenzó a publicar Populibros. Scorza le puso el título de Taita Cristo. Manuel Scorza publicaba entonces colecciones de cinco tomos con veinte mil ejemplares cada libro. Era un promotor especial. Un poeta interesado en gestar una política cultural, que la logró”.

COMENTARIO SOBRE EL LIBRO LOS SUDACAS

“Anoche he leído tu libro -dijo, haciendo un alto en el paseo campestre-. Es un volumen extraordinario. Me encantó el cuento Loquito, un personaje como yo, que se muestra fantasmal, por el choque cultural. A mí me pasó ese choque con la vida misma. El libro Los sudacas es conmocionador. Me encantó mucho. Estoy muy feliz de haberlo leído".

Esa tarde Eleodoro Vargas Vicuña fue objeto de un breve homenaje, un elocuente discurso de Andrés Mendizábal, una reflexión sobre su obra de parte mía, sus palabras, la declamación de poemas de César Vallejo y un brindis. La reunión resultó grata y despertó mucho interés en los ingenieros de minas y geólogos, poco acostumbrados a eventos literarios y la satisfacción de los profesores y estudiantes que asistieron. Eleodoro nos visitó en una segunda oportunidad, previa a un homenaje que le tributaron en Acobamba, pero esta vez no tuvimos al alcance la cámara, para registrar sus opiniones.

Lima, mayo del 2011.
Roberto Rosario Vidal