lunes, 14 de septiembre de 2009

DISCURSO DE INCORPORACION DEL ACADEMICO DANILO SANCHEZ LIHON


SIGNO DE REBELIÓN ES LA LITERATURA INFANTIL EN EL PERÚ

1. Vigencia
de la literatura infantil

Para reflexionar en serio acerca de la literatura infantil propongo partir de una pregunta básica y es esta: ¿es válida en el mundo moderno para encarar los graves problemas del presente y darles solución?
Interrogante moral porque debiéramos militar en donde estemos absolutamente convencidos que radica la enmienda total de los conflictos capitales de nuestra realidad.
Porque si ella no es la solución entonces salgamos de este salón y vayamos hacia aquel lugar y posición donde consideremos que está la solución a todos los problemas. Si es necesariamente la montaña cogiendo las armas vayamos allí.
En donde estemos seguros que reside el punto de apoyo de la palanca que ha de ser capaz de cambiar el mundo allí debemos estar. Por eso yo estoy aquí, porque yo hace tiempo identifiqué este claro de bosque para luchar por el cambio definitivo. Y por eso yo lucho desde esta trinchera, desde esta atalaya que es la literatura infantil.
Si así pensamos entonces permanecer vigilantes en esa colina y punto de vigía. ¡Hagámonos presentes aquí! ¡O, aquí! Y militemos fervientemente por lo más caro y trascendente que haya en la vida.

2. ¿Resuelve
cuestiones raigales?

Porque, tal y cómo están las cosas no podemos perder ni un minuto de tiempo porque tal y como están las cosas hay que actuar de inmediato, porque de ese lapso pende la victoria.
Pero en nuestras realidades, tan atravesadas de crisis, deformaciones, desquiciamientos, corrupción y hasta infamia, en un mundo tan desalmado y hasta espeluznante, ¿la literatura infantil sirve?
¿Tiene vigencia? ¿Funciona?
¿Nos es útil para superar situaciones adversas, complejas y hasta aberrantes?
¿Acaso ella, la literatura infantil tan tierna, aparentemente ingenua, menuda y lábil, que tiene el sello de lo íntimo, de lo entrañable y hasta de lo candoroso, puede ayudarnos a vivir?
¿Resuelve cuestiones raigales del mundo real y objetivo? ¿O estará bien considerarla un mero deliquio, confinado a la órbita del ensueño, de la fantasía y de la ilusión?

3. Exorcizándolos
para siempre

Grandes males, hechos perversos asolan la vida actual: campea en la tierra el abuso, la iniquidad y la vileza.
Y, como secuela, en la gran mayoría ¡la hosca y helada indiferencia!
¿Puede enfrentarse la literatura infantil a estos engendros, monstruos y esperpentos?
¡Sí! ¡Puede! En esto creemos fervientemente, al punto que pensamos –sin perder objetividad y sin incurrir en idealismo– que es solo ella la que puede cambiar el mundo.
Primero, porque nos enseña a asumirlo y a comprometernos con él, luego a encarar las anomalías y deformaciones, a liberar potencialidades y finalmente a resolver los problemas con honestidad, ingenio y valor.
Y termina graciosa pero sinceramente imbuyéndonos de heroísmo y ¡exorcizándolos para siempre!

4. Joyas
de la sabiduría humana

No se trata pues con la literatura infantil de perpetrar una evasión, tampoco solazarnos con el adorno ni extraviarnos en el deleite, vía por la cual queramos escaparnos a soñar mundos irreales, y consecuentemente vacíos y artificiales, sino dar solución a los problemas acuciantes de nuestro entorno.
Pero, ¿de qué modo?
Lo primero que nos enseña la literatura fantástica tradicional –en los relatos ancestrales como son los mitos, leyendas y cuentos de hadas; fábulas, apólogos y relatos folclóricos– es que los males, los espantos y los estados horripilantes se salvan, se revocan y redimen con estos tres componentes implícitos e inmersos en la literatura infantil: honestidad, ingenio y valor.
Pero nos enseñan estas joyas de la sabiduría humana, y desde el inicio, algo fundamental, cual es que detrás del dragón, del ser contrahecho y monstruoso, detrás del endriago y esperpento, habita un ser extraordinario y querido.

5. En el fondo somos
nosotros mismos

Que detrás del contrahecho y del deforme está quizá nuestro hermano, nuestro hijo, o nuestros padres desaparecidos. Y que solo con un acto profundo de devoción, de sacrificio y hasta de consagración hará posible liberarlos y con ellos salvarnos nosotros mismos.
Descubrimos en la mágica textura de los cuentos que aquellas temibles y escalofriantes quimeras, arpías y parcas son en verdad seres amados que hemos perdido, que yacen confundidos en el camino o en algún recodo y esperan ser redimidos.
Es más, ellos nos develan que en el fondo somos nosotros mismos hemos quedado cautivos en esas realidades de pavor y de miedo.
Resultando como conclusión de todo ello que los cuentos de la tradición popular que los niños han elegido como suyos, nos presentan diversas y variadas perspectivas.

6. Las manos
en el fuego


Ellas son:
1. Nos hablan de un mundo deformado, de abusos, injusticias y atrocidades.
2. Nos ayudan a encontrar salidas, a tomar alternativas de solución frente a lo confuso, lo violento y lo turbado.
3. Nos alcanzan siempre principios valederos de comportamiento para encarar los problemas y resolverlos.
4. Nos sintetizan experiencias de vida y nos alcanzan sabiduría frente a los retos del mundo y la existencia.
La literatura infantil nos plantea el beso a lo monstruoso que ha de conjurar un encantamiento, como puede ser cualquier realidad difícil; nos anima a abrazar, imbuidos de verdad, belleza y temple, a aquello aparentemente malo, feo y temible, nos coteja desde el ángel a enfrentar lo falso y horripilante.
Y a poner las manos en el fuego por la salvación de lo aparentemente malo y contrahecho.


7. Compartir los dones primeros
que nos lega la vida y el destino

Ahora bien, si partiéramos de la orilla opuesta, es decir no desde los males que nos acosan sino desde el ámbito de la felicidad y se nos preguntara:
¿Cómo quisiéramos que fuera el mundo y la vida? Y se nos dijera: dinos con toda tu capacidad de ilusión, de idealismo y de anhelo, ¿cómo quisieras que el mundo fuera?
Nosotros, arrobados, diríamos seguramente, Y ojalá que alguna vez ello no solamente fuera una pregunta y una respuesta sino que se volviera palpitante realidad:
– Quisiera que el mundo fuera hermoso...
– ¿Qué más? –insistirían.
– Que sea una aventura suprema –sería la respuesta.
– ¿Qué más? –se seguiría preguntando.
– Que esté lleno de sentido; que sea rico en significados y trascendente.
– ¿Y, qué más?
– Que valores como la solidaridad, la identidad, el bien común sean elementos de intercambio cotidiano.

8. Y con ello
tocamos la eternidad

– ¿Algo que agregar?
– Que se imponga la verdad y que se entone siempre el canto prodigioso y a la vez piadoso, de la vida.
– ¿Queda algo?
– Que haya creación, que haya júbilo y entusiasmo por vivir...
Y podría seguir la enumeración.
Pues bien, todo eso es u ofrece o compone el universo propio y genuino de la literatura infantil. Es esa capacidad de vivir con encanto, con riesgo, con trascendencia y bien común.
Pero falta quizá algo qué decir: ¿Qué es lo que anhelaríamos, ya como ensoñación máxima?
Eliminar la muerte, respondería alguien. Pues bien, también eso se logra a través de la literatura infantil, pues ella es la capacidad de compartir los dones primeros que nos lega la vida y el destino y que hacen la esencia de existir. Y con ello tocamos la eternidad.

9. La matriz desde la cual
otras literaturas parten

La literatura infantil, la lectura, la creatividad son los cauces, las grandes avenidas, las grandes sendas por donde tiene que enrumbarse la educación y la formación del hombre.
Ella no es un derivado o un subproducto de la literatura adulta o de la literatura convencional.
Es, al contrario, la matriz, el tronco desde el cual las otras literaturas parten. Y son ramas, porque primero fue la literatura infantil, representada en mitos, leyendas, relatos orales, rimas, adivinanzas.
Y creo que los grandes autores de literatura lo han sido o lo son porque tuvieron en su infancia un gran sustrato de literatura oral o infantil en su formación como creadores.

10. Valiéndonos de las palabras
prolongar la vida

Hagamos por eso una literatura infantil pródiga como es nuestro continente, una literatura de la libertad y del amor.
Y hagámosla y difundámosla por el ángel que hay en todos los hombres.
Hacer una literatura infantil de los valores eternos, del asombro del niño ante el universo como una actitud perenne en nuestras vidas.
Del arte como una poderosa fuerza unificadora.
Del afecto y la solidaridad como potencias decisivas en la batalla por alcanzar la dignidad definitiva del hombre sobre la faz de la tierra.
Y, como en Scherezada, valiéndonos de las palabras prolongar la vida, exorcizar la muerte creando mundos nuevos.

11. Esa palabra hecha arrullo,
de fervor y alegría

La tierra prometida la representaron los profetas bíblicos como el país de “la leche y de la miel”. Esa tierra prometida es la infancia que para el recién nacido será además de leche, de miel que es la palabra hecha profecía, y si es que la palabra se nutre de ternura, de encanto y de sortilegio; si es que a través de las voces de nuestros mayores hay la dulzura de un panal o de un limonero en flor.
Por eso, en la pedagogía del lenguaje con niños pequeños es importante vivenciar la floración de la palabra en sus múltiples formas, es decir: hay que vivir la palabra. Y no hay manera más intensa, luminosa y reveladora de hacerlo que a través de la literatura.
Porque allí estará la palabra que lo acoge, lo llama y lo arropa: la voz de la madre o de la persona que lo alienta, lo anima y acaricia. Y estará esa voz hecha arrullo, canción, nana o villancico de fervor y alegría, y habitará Dios en esa ara o recinto de la palabra genuina.
¿Y qué significará ello en nuestro orden cultural, en nuestro gran edificio de hechos significativos y trascendentales? Algo que llamamos todavía, sin la grandeza con la que debiéramos pronunciar estas palabras: literatura infantil.

12. El poder y el hechizo
de la literatura

El embeleso del niño ante la palabra con chispa, candela u hoguera, cuando se enciende su mirada y su corazón se hechiza ante algo nuevo y significativo: ¿Qué milagro, hecho o acto sublime ha ocurrido para que se nazca hacia otro mundo, para que dejemos una condición limitada y seamos otra trascendente, para que nos elevemos por el aire y viajemos a velocidades de vértigo hacia otras realidades?
Es tan común dejarse apabullar, sentir que nada cambia, comprobar la prisión del tiempo y el espacio en torno a nuestras vidas, pero he aquí que de repente una imagen, un verso, una presencia sublime golpea nuestras vidas.
Y es a través de una palabra dicha o escrita, es a través de un pasaje leído en un libro que nuestra vida se vuelve maravilla y paraíso. He allí el poder y el hechizo de la literatura.
La palabra como imagen es una característica de cómo el niño se posesiona del lenguaje para conocer mejor y expresarse.
Y al decir imagen es como decir espejo, contorno, perfil. U objeto imaginario, pero nítido y lleno de poder ante la sensibilidad del niño.

13. Se escribe
"para los niños"

Por eso, la literatura infantil es una tarea mucho más compleja que el resto de literatura.
Cuando se escribe literatura para niños la actitud es diferente que cuando se escribe narración o poesía a secas, o aquella que no es literatura infantil, en donde el autor se exalta o se queja, confiesa o explota.
Se escribe literatura infantil cuando se tiene algo valioso que ofrecer.
En muchos casos, el quehacer de la obra de arte abarca únicamente el nivel de la expresión. Esto es –haciendo referencia a la teoría de la comunicación–, el proceso que va del emisor al mensaje.
Cuando el poeta escribe lo que siente o padece no hace otra cosa que unir la fuente con el lenguaje.
Pero cuando vamos más allá y pensamos en el receptor, es decir, en un público determinado, el asunto se complica. O se enriquece si es que tenemos la sensibilidad para reconocer en el niño a un artista consumado
Se supone entonces que hay una intencionalidad. Se escribe "para los niños".
Ese "para" implica propósitos.

14. Caracterización
de la literatura infantil

Pero, entonces, ¿qué es lo que hace que cierta literatura sea adoptada, escogida, querida y hecha suya por los niños?
Un hecho sencillo: ellos mismos la eligen cuando refleja sus problemas, responde a sus preguntas, expectativas, preferencias y vivencias.
La incorporan a su mundo si es que, a través de ella, pueden ver representados sus sentimientos, emociones y experiencias, igual a lo que ocurre con los adultos: cuando seleccionan o eligen una literatura lo hacen en función de sus especiales afinidades.
Siendo la literatura infantil parte indesligable de la literatura general, tiene, sin embargo, particularidades que la definen en relación al resto, peculiaridades que presentan cada una de las ramas de esta manifestación trascendente del ser.


15. Una literatura infantil
de la esencia del ser

Para mí la literatura infantil es algo muy serio, ético y moral.
Hay por ahí la actitud de quienes existen en la medida en que son novelería, niños corriendo tras un libro, porque se recreó la historia en dibujos animados y salió en la televisión.
O los libros de Harry Potter, porque es una novelería y porque se les ha armado toda una mitología en la industria editorial y en los medios de comunicación.
Requerimos y convocamos a una literatura infantil de la esencia del ser, de la compasión y de la esperanza. No la del marketing, del extravío y de la novedad o novelería. La literatura es dolorosa.

16. Se ha tomado plena conciencia
de su complejidad

En la selección de temas viene el gran equívoco y precisamente por poner mucho cuidado en ello.
Este cuidado es, lamentable, el que nos lleva a los más serios errores.
Porque como en ella se trata de elegir lo mejor es que la literatura infantil está tan poblada de idealismo, dando como resultado con frecuencia una pésima literatura.
Bien conducida, la literatura infantil es importantísima en la formación intelectual de un niño, estando ya demostrado que ella es el sustrato que posibilita los inventos, los avances y descubrimientos científicos, así como una personalidad firme y expresiva en el hombre.
Por eso, en algunos países, se está empezando a replantear el problema del progreso humano a partir de esta manifestación cultural.
Lo que sí es un logro es que se ha tomado plena conciencia de su complejidad, por ser mas difícil y arduo satisfacer al publico infantil, que es mucho mas sensible en apreciar los contenidos.
Como es mucho más sutil en percibir las resonancias del lenguaje e, incluso, mucho más lógico en el análisis de los procesos.

17. Temas y enfoques
en la literatura infantil

En el campo de la literatura infantil casi siempre surge la pregunta acerca de cuál debería ser la temática y enfoques característicos de este campo.
Hay diversas conceptualizaciones y actitudes, pero si quisiéramos sintetizar en unas cuantas palabras nuestra apreciación acerca de este tópico diríamos que la verdad debería ser el tema insoslayado, encarado bajo todas las formas, buscado en todos los descansos y trajines.
Y esto es algo más que hacer literatura, porque la verdad entraña además de un sentido de belleza, propio de la literatura, un sentido ético que siempre debe alumbrar el trabajo del creador de la literatura infantil.
Pero la verdad del autor del libro para niños debe ser integral, porque hay verdades a medias, buenas intenciones, mentiras piadosas, cuentos con falsedades, flores, mariposas, puerilidad que no son la verdad completa que el niño necesita. La verdad del creador de literatura infantil tiene que ser resultado de una rica experiencia vital, producto de haber observado e investigado rigurosamente la realidad social, cultural, económica; consecuencia de haber reflexionado sobre el pasado, presente y futuro del pueblo; resultado de una correcta ubicación política.

18. Lo propio y cercano
a nuestro mundo

No debemos aceptar una literatura infantil que escoja únicamente el lado bueno de las cosas cuando impera lo perverso, como viene ocurriendo. Porque nada lograremos preservando al niño de su confrontación con la realidad.
Si la literatura infantil les encara un problema, hay mayor posibilitas para que el niño sea, ahora y después, un factor coadyuvante para solucionarlo.
Si no quisiéramos parecer pretenciosos, podríamos reemplazar el término verdad por realidad.
Imaginémonos cuánto avanzaría la literatura infantil si, en vez de los estereotipos, los personajes de plantilla y el taralaralá de los falsos poemas fueran en busca e incorporan a su temática la realidad.
Decimos esto porque en el relato infantil campea y reina lo extraño y enajenante. Eso no es malo si se da asociado a lo propio y cercano a nuestro mundo.

19. Calculada
distorsión

Por eso, hay que reaccionar cuando se hacen únicamente presentes en el mundo del niño hechos y personajes que no forman parte de su realidad, pero que vienen a ser figuras constantes en las versiones literarias que él recibe.
Por ejemplo, reparamos en la figura del lobo que inunda mucha literatura infantil que consumimos. En nuestro caso es necesario viajar a un país extranjero e ir al zoológico para ver por primera vez su figura y su talante hosco, taimado y agresor. Sin embargo, aterra a nuestros niños desde que nacen y crecen, sintiéndose amenazados y devorados por él.
El lobo representa el poder malévolo, la intención agazapada y oculta, el ataque traicionero. ¿Qué se nos está dando a través de este personaje que asoma su fiera mirada en nuestros relatos orales y en los libros para niños?
O bien una calculada distorsión de la realidad, que a nosotros nos compete corregir, o bien una inteligente forma de asimilar desde niños la presencia en el mundo de lobos en el orden social, acostumbrándonos a aceptarlos como algo natural su rol arranchador en nuestras vidas y ya no reaccionando frente a él en nuestras sociedades.

20. Belleza
y verdad


Por eso, al escribir una obra dirigida a los niños hay que hacerla instalados en realidades trascendentes que muchas veces no son precisas, palmarias ni evidentes. Donde mientras más incertidumbre y riesgo haya en la obra, puede ser su trama y su entraña mucho más valiosa frente a otras que intenta desde la superficie servir e implementar determinadas temáticas, expectativas o necesidades muy terrenales en los niños.
Escribir entonces muchas veces sin explicación alguna de por qué se lo hace.
El misterio al cual se enfrenta un escritor de libros para niños debe ser tan grande y vasto que él mismo debe quedar sorprendido y ser el lector extasiado de sus propias imágenes y configuraciones. Y de su propia obra más por la intensidad y magnificencia del arcano que se descorre y desenvuelve que por lo que él logra entender, quiere exponer o intenta dilucidar.
En tal sentido, son requisitos que debe tener una obra para que sea considerada literatura infantil es no escamotear los temas esenciales por otros circunstanciales o de superficie. Debe arrojarse a los brazos de la belleza y de la verdad, por duro que ello parezca, perdiendo en cada arrojo la vida si es necesario, y esto como la única salvación posible.

21. Avecilla
de alas doradas

Son lectores de literatura infantil los hombres y mujeres de toda edad, capaces de conmoverse ante las verdades totales de la vida y del ser del universo representadas en ella.
Porque el concepto de infancia no se reduce a una etapa en la vida del hombre sino a un estado de alma, como es el ser niño: plenos de maravilla, creencia y alborada.
Los lectores de literatura infantil son quienes buscan en los libros sendas y caminos hacia lo eterno.
Los que se arrojan ciegos y decididos a navegar, a vivir o a morir, en los infinitos existenciales.
De allí que los niños de toda edad hagan suya la literatura por ahora llamada infantil y cuyo nombre estricto es literatura universal.
De allí que los seres humanos de 40, 60 u 80 años la lean con fruición e inquietud y sientan que son niños en la plenitud y grandiosidad que tiene este concepto, esta actitud y esta moral frente a la vida.

22. Una sombra de luz
en la noche infinita

De allí que con ella sintamos que nos hemos elevado a la cima de una montaña para sentir que el dolor y el riesgo de vivir están justificados plenamente.
De allí que son lectores naturales de este arte los seres transidos y atravesados con la flecha de todos los enigmas.
Que hacen del alma humana una avecilla de alas doradas que surca con una sombra de luz la noche infinita.
Aquella tendencia sigue pautas y patrones de dominación cultural avasallando y haciendo un mundo injusto y como tal desequilibrado e inestable.
Y no de seres sino de entes y objetos mecanizados, y que está gobernada por una intencionalidad: vender y dominar a favor de un modelo cultural que favorezca los intereses de unos pocos.
A eso se opone la literatura infantil verdadera, de los pueblos primigenios.
Y ello es heroico.

23. Parte de nuestra cultura activa,
comprometida y militante

En este panorama, culturas testimonio resultan ser las del Perú con su arte insólito y excepcional, como es la literatura infantil de nuestros pueblos recónditos, compuesta de mitos, leyendas y todo el amplio repertorio de contenidos y valores supremos de que está ella poblada.
Donde ella forma parte de los recursos de la resistencia moral llamada a defender lo humano, porque son ámbitos en los cuales pervive una rica tradición cultural.
Es hacia aquellos ámbitos a los cuales debemos empezar a tender los puentes, implementado programas de incorporación de aquel acervo a fin de formar parte de nuestra cultura activa, comprometida y militante.
Por eso, elemento de enorme significación en este contexto es que mucho de esta literatura es el mundo alternativo de la resistencia activa, contumaz y heroica de nuestros pueblos al fenómeno de la globalización, que es lo mismo a decir a la homogenización mundial basada en la utilización omnímoda de los medios de comunicación.

24. Ser poeta de niños

Culmino, agradeciendo a la Asamblea Nacional de la Academia Peruana de Literatura Infantil y Juvenil por la invitación para incorporarme como uno de sus miembros, citando unos versos de mi poemario “Ronda es el mundo”, que dicen:
TODAS LAS VOCES JUNTAS:

Enlacémonos fuertemente todos
de manos, de brazos, de corazones;
en ronda de amigos, de generaciones
de gente conocida y otra por conocer.

De seres que se aman. Que se ayudan
y anhelan, aquí y más allá, estar bien.
Ronda de sabernos seres humanos
¡plenos de esperanza y fraternidad!

CORO:

A la ronda-ronda, juegan
los siglos, los años y meses.
Danza la tierra, la luna y el sol
girando de un eje a otro eje mayor.





sábado, 12 de septiembre de 2009

ERASE UNA VEZ UN POETA/ Roberto Rosario Vidal


1. SANTIAGO DE CHUCO, LA PACARINA

“Hay un lugar que yo me sé
en este mundo,…”
César Vallejo

Tras remontar la montaña, donde la naturaleza ha guardado ingentes depósitos de mineral precioso, el camino desciende apacible bordeando riachuelos transparentes, entre retazos de terrenos mágicamente dibujados con sembríos de maíz, trigo y papas, mientras los eucaliptos barren lentamente el cielo maravillosamente azul y luminoso. Pienso entonces que otros ancestros de esta gente ingeniosa, frente al cotidiano espectáculo de luz y color, no tenía otra alternativa que escoger la poesía como oficio. Sin duda los haravicos nacieron en estos parajes y los incas, sabiamente los distribuyeron en sus dominios como mitimaes del arte. El peregrino del camino a Santiago de Chuco, ve recompensados los trajines del viaje, con la visión mágica del pueblo de calles curvadas y techos rojos, que refulgen a media mañana con el sol siempre alegre, que echa una larga siesta sobre las sementeras, antes de seguir su cotidiano viaje. “Bienvenidos a Santiago de Chuco, tierra de poetas”, reza un muro en la entrada del pueblo, por donde el carro trepa a la explanada por una calle angosta, que abraza efusiva al visitante. Entonces me viene a la memoria el inmortal César Vallejo con su tristeza a cuestas. Abraham Arias Larreta recitando “que dulce dulce, desde un naranjo, gorji gorjéa el ruiseñor…” y por su puesto Danilo Sánchez, con su voz pausada, cadenciosa y profunda, todos ellos bendecidos desde la cuna, con el prodigio de la naturaleza de fiesta eterna, en los parajes soleados de Santiago de Chuco, lugar espléndido donde el visitante corre el riesgo de no querer irse jamás.

2. COMO TREN ZIGZAGUENTE EN EL EMPEDRADO
Cuántas veces doña Elvira, llamando a la hora del yantar habrá confundido el nombre de los once vástagos que nacieron en esta tierra pródiga. Cuántas veces habrá asomado la cabeza por la puerta vetusta para llamar en la calle al travieso muchacho que andaba preguntando el nombre de las cosas, la historia, las leyendas, las costumbres. Al niño que salía de una puerta y entraba al misterio. O que salía del misterio y se perdía en mil puertas.

Danilo era el segundo de casi una docena de hijos del maestro de escuela Danilo Sánchez Gambóa y doña Elvira Lihón Paredes, hijos de padres Santiaguinos que también nacieron en Santiago. Que bebieron de la fuente mágica de los manantiales, que desciende por los flancos húmedos entre las matas de hierba recién florecida, que el poeta llama “el llanto de las peñas”.

Con Juvenal, el hermano mayor, intermediario de la tradición de juegos y aventuras en la espiral de conocimiento del entorno familiar, local, distrital, cuántas veces habrán censado a los pajarillos protegiendo sus nidos, con la hondilla a la bandolera. Cuántas veces, tropezando, cayendo y perseverando en la aventura, se habrán perdido entre los montes, tras las mariposas de colores que huían hacia el barranco, allá abajo desde donde se divisa Cachicadán.
-Mamá ¿Qué significa Cachicadán?
-Donde dan sal, hijo.
Y para comprobar esta afirmación, caminando por la trocha abrupta bajaron por la quebrada atravesando el río hasta la otra banda donde el agua brota rojiza, hirviendo, de las profundidades de la tierra.
-Es la fuente termal de Cachicadan –informa Juvenal, quien ahora se interna en el cerro Botica que tiene yerbas para curar todos los males, incluyendo hasta los dolores que causa el amor.

Cuatro varones y siete mujeres fueron llegando al hogar familiar uno tras otro, cada cual con sus gracias, curiosidades, características, como la tercera hermana con su gracioso único pelo, tan largo como una hilacha de trenza abandonada.
Imaginamos la alegría bullanguera a la hora del juego, la algarabía en los paseos campestres por tan apacible Eden, cuando Danilo reclamaba estirar las narices de sus hermanitas para que no la tengan pequeña como él, antes de intentar alguna mentirilla que se la hiciera crecer como a Pinocho. Pienso que este ejercicio de fantasía lo fue convirtiendo poco a poco en el excelente narrador que la monstruosa urbe no logra apartarlo de su tierra natal, allá lejos que cada año espera su retorno con el pretexto de tributar homenaje al poeta César Vallejo, el vate más ilustre de la humanidad.

Yo que no tuve hermanos, imagino como un tren zigzaguenado por las calles silenciosas de Santiago de Chuco a la familia del maestro Danilo Sánchez Gambóa, acompañado de doña Elvira y su soberana corte: Juvenal, Danilo, Rosa, Jaime, Guillermo, Sofía, Nancy, Flor, Belinda, Jakeline y Elvira.

3. INFANCIA BULLICIOSA Y FELIZ
Dicen que Danilo desde niño fue un alumno destacado en la escuela primaria número 271 o "Centro viejo", la misma escuela donde estudion el poeta César Vallejo, los hermanos Santiago y Julio Pereda Hidalgo y Abraham y Felipe Arias Larreta. Niño con modales de adulto, pero inquieto y juguetón con sus hermanos y compañeros de clase. Un diablillo con cara de ángel o un demonio tierno como sugiere traviesa y juguetona la poeta Rosa Cerna Guardia.
Imposible comprender los alcances de la imaginación de los niños creativos que escapan de cualquier corsé social o pedagógico, cuando han sido tocados por la vara mágica del arte.
Un día, probablemente próximo a las fiestas patrias, que en su pueblo coinciden con la celebración del patrón Santiago, Danilo se propuso construir el farol más grande del mundo.
-¿Harás un avión? –preguntaron sus hermanos menores.
-No –respondió Danilo.
-¿Una estrella?
-Tampoco. Haremos un cometa. El cometa Halley ¿qué les parece?, pero grande, muy grande.
-¿Del tamaño de este espejo? –indagó el más pequeño.
-¡Más grande!
-¿Del tamaño de esta mesa?
-Más grande todavía
La madre que a esa hora servía el almuerzo movió la cabeza preocupada, pensando que su engreído se había vuelto loco.
-¿Del tamaño de esta casa? Seguía preguntando el hermanito menor, entusiasmado.
-Más grande –respondía Danilo.
-¿Del tamaño de Santiago de Chuco. Del Perú, del mundo?
-¡Eso! Del tamaño del mundo.
Sería la antorcha más grande que vez alguna paseó por las angostas calles de Santiago, aunque la escasez de cañas hizo que redujeran las expectativas, pero fue tan grande que tuvieron que sacarla de la casa por el techo y la cargaron todos los niños que no tenían faroles.
Danilo participaba en cuanta ceremonia cívica que se realizaba en Santiago de Chuco. Había declamando los poemas aprendidos, empinando para hacer escuchar su voz. Representando a personajes niños en las veladas literario-musicales que escenificaban en el local municipal, cantando a dúo con su hermano mayor en la orquesta magisterial Ollantay que dirigía su padre o tocando con entusiasmo la tarola de la banda de guerra de la escuela 271, donde culminó con honores esta primera etapa de su vida formativa.
Cursó la educación secundaria en el colegio Santiago El Mayor que más tarde, cuando Danilo estaba en el tercer año recién tomaría el nombre del vate César Vallejo. En sus libros La piedra bruja, Camino de Santiago y Mi tierra clavada en el alma, el poeta recuerda con melancolía los años felices de su infancia y adolescencia en su tierra natal, lugar del que si algún día partió físicamente en busca de mejores horizontes, al parecer, jamás abandonó en la memoria, los recuerdos que reproducen con añoranza los incontables libros que publica sobre esta tierra maravillosa.

4. LA UNIVERSIDAD Y LA GENERACION DEL EXILIO
Danilo ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos donde obtuvo la Licenciatura en Literaturas Hispánicas y posteriormente hizo estudios de especialización en Madrid, España.
Su vida universitaria fue intensa y fructífera.
Estamos seguros que cuando termine sus memorias de infancia y primera juventud en su pueblo natal, que ojalá continúe todavía buen tiempo, por lo ricas, aleccionadoras y tan bellamente poéticas, Danilo se dará tiempo para testimoniar la infinidad de esfuerzos realizados animando eventos, estimulando vocaciones, publicando plaquetas y revistas literarias, motivando movimientos y ejerciendo su vocación de poeta. De esta época datan los poemarios Las actas (1969), Scorpius (1972), Crío una mosca (1978), Ciudad irreal (1990), De tripas corazón (1998), Acción de gracias (2000), siendo su más reciente libro de poesías Para vivir en otra eternidad, publicado el año 2007.
En la UNMSM Danilo Sánchez formó en la década del sesenta el círculo literario "Piélago", que editó la revista del mismo nombre que llegó a publicar diez números.
El poeta Hildebrando Pérez recuerda que en el Patio de Letras de San Marcos, se reunía con Juan Ojeda, Danilo Sánchez, Julio Nelson, Juan Cristóbal, Ricardo Ráez, Andrés Cloud y tantos buenos amigos, “con quienes hablábamos –dice- sobre Vallejo, Neruda, Rimbaud, San Juan de la Cruz, Rilke, Trakl, Machado, Hernández, Kafka, Proust, Brecht, Mariátegui, Marx y Lenin, y la ascensión de las luchas campesinas en el Perú y Javier Heraud …
Fundó la revista “Gesta” el año 1965, Gárgola en 1970 y perteneció a la llamada “generación del exilio” con Juan Ojeda, Wilfredo Mesía, Hernando Núñez, Hermógenes Janampa, Carlos Tincopa, Fidel Peltroche, Julio Nelson, tanto por el éxodo de sus integrantes a otros países o a otras regiones del Perú o -como menciona el poeta Manuel Pantigoso- “cuanto por el destierro a los propios abismos interiores, desde allí, la moral del amor y de los sueños, como una manera de enfrentarse a la realidad horrízona y a las angustias existenciales y cósmicas”.
Danilo recuerda esta época decisiva en su maduración poética, diciendo: “Creo que nunca se amó y soñó en el Perú tanto como en 1965. Íbamos de las plazas a los muelles. Amanecíamos ojerosos en las bancas de los parques hablando de poesía y tareas. Llamábamos este intento, hacer poesía cosmogónica (…) Aspirábamos una forma de conocimiento del mundo, el aprendizaje de virtudes…”

5. MAESTRO EN LA REGION DE LOS ÁRBOLES
Recién graduado, entre los años 1967 a 1968 Danilo Sánchez viajó a la amazonía, interesado por conocer esta parte del territorio nacional e incorporar dicho mundo a su identidad, a su obra literaria y a fin de cumplir su misión de educador. “Trabajó en el Colegio Nacional Genaro Herrera, de Contamana, colegio en el que desplegó destacada labor docente, realizando múltiples actividades culturales”, cuenta Ramón Noriega Torero. Al parecer el paisaje de esta parte del país no impactó tanto en su labor literaria, como en su quehacer docente. Conoció la otra cara de la medalla de su patria. Las carencias económicas de la población, el abandono oficial de parte del Estado y las limitaciones culturales. Contamana, es puerto intermedio del corredor económico entre Pucallpa e Iquitos. En este siglo se vislumbran prometedores avances, sin embargo, en la época en la que laboró Danilo Sánchez, era un apacible puerto que sólo cobraba vida cuando anclaban las balsas en tránsito. En Contamana todavía se recuerda la presencia del joven profesor Danilo Sánchez, cuando siendo tutor del cuarto año de secundaria representó la obra teatral "Ollantay".

Posteriormente, mostró su interés y preocupación por elevar la calidad educativa de los estudiantes, partiendo por la capacitación del magisterio, para lo cual emprendió arduos trabajos de investigación sobre experiencias innovadoras, métodos, procedimientos, concretar productos y servir mejor a la educación y la cultura, propiciando la mejora de los servicios de documentación e información educacionales.

Esta importante labor se concreta cuando asume el cargo de Director del Centro Nacional de Documentación e Información Educativa del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo de la Educación (INIDE). Eran los años de la Reforma Educativa de la década del setenta, reconocida como un aporte creativo, analítico y crítico de la realidad educativa, y la propuesta de educación permanente, de educación para el trabajo y para la vida. En este período su labor se integra al pensamiento de preclaros intelectuales como Augusto Salazar Bondy, Walter Peñaloza, Leopoldo Chiappe, Emilio Barrantes, Romeo Luna Victoria y el padre Ricardo Morales, entre otros, que soñaron una educación desalienante, creativa, vital, liberadora. En este período surge el suplemento educativo URPI, el libro AMIGO, la revista EDUCACION, las ediciones de RETABLO DE PAPEL. Lamentablemente los sucesivos gobiernos, modificaron la orientación política de la educación, reactivando normas de la educación tradicional.

Danilo ha escrito pues, el libro de su vida con el ejemplo de su ser. Maestro de vocación, investigador permanente, creador de instituciones, movimientos culturales, centros de investigación. Todo lo que hace tiene que ver con pedagogía y su fin fundamental: el niño. En este contexto desarrolla una labor continua y pertinaz en el campo de la promoción del libro y la lectura, publicando obras, organizando eventos, llevando a cabo campañas, publicando libros y revistas, siendo su obra "El libro y la lectura en el Perú" la primera en su género publicada en nuestra patria.

Ha organizado comisiones de lectura en diversas ciudades, tanto de nuestro país como del extranjero, seminarios, congresos, encuentros. Ha dirigido revistas de carácter cultural, educativo y literario, tales como: RIDECAB, revista de documentación e información educacional; Tierra nuestra, revista del Departamento de Humanidades de la Universidad Nacional agraria; Gárgola, revista de poesía; Cuadernos del Consejo Nacional de la Universidad Peruana; Gesta, revista del Centro de estudiantes de Literatura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; la revista del CENDIE; Revista de sumarios del INIDE; Piélago, revista de Literatura; y Capulí, Vallejo y su tierra.

Ha dirigido también las revistas: EDUCACIÓN, revista del Maestro Peruano, del Ministerio de Educación, y PALABRA DE MAESTRO, revista de la Derrama Magisterial.

Fundó y dirigió Visión Futuro, revista de los niños del Perú conjuntamente con el periodista César Hildebrandt, siendo la publicación que más números ha alcanzado en publicar, pues se editaron, semana tras semana, 53 números entre marzo de 1985 y marzo de 1986.

Y como si esto fuera poco, ha entregado a los niños su propia casa, para compartir su biblioteca, hablar sobre poesía, descorrer las cortinas del mundo fantástico de la literatura, ha fundado la casa de los niños denominada El castillo de los cuentos, que es visitado frecuentemente por niños y maestros.


Actualmente Danilo Sánchez Lihón a través del Instituto del Libro y la Lectura (INLEC), desarrolla un novedoso Plan lector que se aplica en diversos centros educativos mediante seminarios con los maestros, organización de clubes de lectura, festivales de literatura infantil y ferias de libros, proyectando sus experiencias a otros países latinoamericanos. Cumple esta labor compartiendo su tiempo con la docencia en la Facultad de Educación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en donde ejerce la cátedra de lengua, literatura infantil y creatividad literaria. Asimismo, es profesor en la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza, donde desarrolla los cursos de periodismo y literatura.

6. LITERATURA INFANTIL
Una larga lista de aventuras literarias orientan el camino del temprano escritor en que Danilo se convierte, estimulado por la lectura y la investigación que se tornan en aprendizaje de vida. Vida extraordinaria la del poeta que hila los versos para tejer poemas. Trabaja con la palabra como el pescador que construye sus redes para tenderlas en el mar y cosechar peces; como el agricultor que borda semillas que transforman el horizonte con pinceladas de colores vivos, que ondulan en las tardes, convertidos en caña, maíz, trigo.

Granos de oro, de versos, de relatos, narraciones que hacen volar la imaginación sin límites ni fronteras. Tienen razón quienes dicen que los artistas poseen algo de Dios, porque han heredado su maravillosa dote de creadores.

Pero son pocos los elegidos, porque el camino para alcanzar tal nivel en la escala jerárquica del arte, requiere mucho trabajo, estudio, esfuerzo, cruces sobre el gólgota, pero al fin, flagelados pero puros, sus manos son capaces de trasmitir destellos de luz maravillosa que los profanos llamamos poesía, arte, literatura. Y lo celebramos sorprendidos, como en esta noche, transportados por la magia de la palabra de Danilo, y llegamos a feliz puerto, satisfechos y orgullosos de sus logros.

FOMENTO DE LA CREATIVIDAD INFANTIL
A partir de su libro Lenguaje y expresión de los niños (1974), estudio pionero de Danilo Sánchez sobre la creatividad literaria en el Perú, que tuvo como importantes investigadores a los escritores Milciades Hidalgo, Lilia Mesa Vidal, Manuel Pantigoso y Eduardo de la Cruz Yataco, se preocupa por establecer propuestas literarias motivadoras del desarrollo de la capacidad creativa de los niños desde temprana edad.

Danilo Sánchez ha instituido una Muestra Anual de Creatividad Literaria Infantil en la que participan niños de 6 y 12 años de edad, presentando cuentos y otros textos literarios, que son remitidos al Programa Internacional de Aproximación a la Literatura Infantil, PIALI, que se fundó en 1990 a iniciativa de la maestra mexicana Martha Sastrías.

Producto de esta experiencia son la colección de trabajos escritos por niños de 6 a 8 años (cuentos de plumas), de 9 a 10 años (Cuentos de alas) y de 10 a 12 años (cuentos de fuego); habiendo publicado hasta la fecha cuatro volúmenes cuyos títulos mencionaremos más adelante. En este mismo aspecto, ha participado como miembro del jurado de certámenes literarios y educativos orientados a incentivar la creatividad de los niños y jóvenes, principalmente de zonas escasas de recursos.
Ha organizado colecciones de bibliotecas básicas para niños y jóvenes denominada "Rayuela de libros” que como biblioteca itinerante se pasea en centros educativos.
Dicta cursos de literatura infantil en universidades, Institutos Pedagógicos y desarrolla talleres en Centros Educativos públicos y particulares de Lima y provincias.

Danilo no es pues sólo un teórico de didáctica de la literatura infantil, sino un practicante del género, que constantemente investiga, trabajando directamente con los niños la teoría que con profunda convicción, difunde en sus periódicas publicaciones en revistas, diarios y blogs.
Me faltaría tiempo para abordar los diversos campos en los que este insigne escritor ha trabajado. Me circunscribo entonces a mencionar sin más comentarios, los libros sobre literatura infantil publicados y los galardones que ha obtenido:

OBRAS PUBLICADAS
Ensayos:

Lenguaje y expresión de los niños (1974). El libro y la lectura en el Perú (1978). Literatura infantil: magia y realidad (1986). Promoción de la lectura (1986).

Narración:
La piedra bruja (2009). Érase Danilo un niño (s/f). Mi tierra clavada en el alma (s/f). Diez títulos publicados por la Editorial Bruño el año 2009: El Amaru. Manco Cápac y Mama Ocllo, Los hermanos Ayar, La doncella y el dios harapiento, Aves y peces del universo, Palomas blancas, Espantapájaros, Resuenan campanas, Montes de pastores y, La cantuta dorada.

Creatividad infantil:
Te regalo un sueño (1990), Te regalo un mundo (1991), Te regalo un arco iris (1992) y Te regalo una flor (1994).

DISTINCIONES HONORIFICAS
El académico que incorporamos esta noche es presidente de INLEC y miembro fundador de la Asociación Peruana de Literatura Infantil (APLIJ), que creamos el año 1982, conjuntamente con los escritores presentes esta noche: Jesús Cabel, Milciades Hidalgo, Olga Mayari, Magdalena Espinoza, Ernesto Ráez.

Durante su largo y fructífero peregrinar literario en el país y en el extranjero ha sido objeto de diversos estímulos y menciones honoríficas, destacando en lo referido a literatura infantil el Laurel de oro de Literatura Infantil y Juvenil, otorgado en el XX Congreso de la APLIJ el año 2001, que se realizó en el Cusco, además el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil los años 1990 y 1995.

13. COMENTARIOS SOBRE SU OBRA PARA NIÑOS
“Danilo: Qué bueno que seas escritor de niños, que hayas nacido con ese sello característico que decía Balinski, que sólo el que nace para escritor de niños lo es. Para eso el primer paso es asombrarnos, trasmitir asombro. Y tú lo haces. El segundo paso es amar para trasmitir con amor lo nuevo. Y tú lo logras en tus libros, haciendo que cada cosa sea nueva…”
Rosa Cerna Guardia

“Vallejo está presente en Danilo porque cada palabra que vierte, en cualquiera de sus obras, nos remite a ese escritor que tiene una musicalidad tan propia, una melodía tan llena de sabor norteño”.
Walter Saavedra.

“En sus libros Danilo plasma sus facetas de biógrafo, cronista, historiador, crítico y compilador. Todo bajo el crisol de una espléndida prosa, la cual por si misma tiene ganada un lugar ostensible en nuestro parnaso cultural”.
Saniel Lozano Alvarado

“Marchas en el lomo de la tempestad al seno de tu terruño natal, a justificar ante el tiempo tu ausencia. Qué de secretos placeres no sentirás cuando después de tanto tiempo y tan largo viaje pones las plantas de tus pies en el suelo amado”.
César Augusto Gonzáles Becerra


La obra de Danilo Sánchez es una convocatoria a los maestros de educación inicial para asumir su papel, no sólo de motivadores afectuosos de sus niños, que ya es bastante, sin duda, sino de ser, como dijo Pasteur de alguno de sus maestros, iluminadores del alma, buceadores profundos en el espíritu infantil para sacar a luz el oro que todo ser humano esconde dentro de si y que muchas veces se queda dormido en honduras insondables”.
Walter Peñaloza Ramella.

Danilo Sánchez Lihón es exponente de toda una generación intelectual que muy pronto se vio comprometida con su tiempo. Nacido en la tierra de César Vallejo y de Luis de la Puente Uceda, ese ámbito y esos nombre signarán su camino. No es de extrañar entonces que la literatura y la inquietud social, dos formas de soñar en el Perú, hayan constituido y constituyen, hasta hoy, su diario compromiso con el vivir.
Luis Alberto Ratto.

“Danilo, santiaguino de origen y vocación, es, sin duda, el intelectual que, con sus textos de prosa evocativa (que van desde la descripción de leyendas y narraciones populares, hasta los propios recuerdos biográficos y familiares) ha logrado crear un Santiago de Chuco inmortal, porque la palabra que es poesía vence al tiempo”.
Manuel Velásquez Rojas

Pocos escritores de nuestros tiempos pueden mostrar con orgullo, como Danilo Sánchez Lihón, los méritos que lo adornan: Poeta, narrador, editor, ensayista, además, meticuloso investigador y promotor de la literatura infantil peruana, con gran reconocimiento en el país y en el extranjero, motivo por el que, en nombre de la Academia Peruana de Literatura Infantil y Juvenil, le damos una cordial bienvenida.

Gracias.

Roberto Rosario Vidal
Presidente de la Academia Peruana de Literatura Infantil y Juvenil

Fotografía de Incorporación de Danilo Sánchez Lihón


Escritores en la Incorporación de Danilo Sánchez a la Academia Peruana de Literatura Infantil y Juvenil